Cardiología
Alcohol en forma moderada reduce los accidentes cerebrovasculares
Estudios prospectivos han demostrado que el consumo moderado de algunas bebidas alcohólicas protegería contra el infarto de miocardio (IM) y la mortalidad cardiaca. Pero el equilibrio de tal efecto y el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) es más complejo. Puede haber un resultado directo dosis dependiente del alcohol en el peligro de ictus hemorrágico, algunos de estos estudios proporcionan evidencias para un valor protector del alcohol en el riesgo de ACV isquémico, aunque otros no lo hacen. Existe también información para la variabilidad del efecto según pertenencia étnica de los individuos analizados. Pero ningún estudio prospectivo ha tratado la relación entre el alcohol y el accidente cerebro vascular entre hispanos, tampoco se ha investigado individualmente respecto a los subtipos existentes de ACV.
Para evaluar la relación diferenciada entre el consumo de alcohol y diferentes tipos de ictus, neurólogos de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), estudiaron prospectivamente a 3176 personas sin ACV entre 1993 y 2001. La ingesta de alcohol fue determinada mediante entrevistas y se categorizó como ninguna en el último año (abstemios), 1 en el último mes a menos de 2 por día (bebedores moderados), y más de 2 bebidas diarias. Un modelo de regresión proporcional fue utilizado para determinar los cocientes de peligro entre la asociación de beber y el riesgo de accidente cerebro vascular y de acontecimientos vasculares.
La edad promedio de los participantes fue de 69.1+/-10.3 años; 62.8% eran mujeres, 20.8% eran blancos no hispánicos, el 24.5% eran individuos de color no hispánicos, y el 52.4% representó a los de origen hispano. Un 62.3% bebió alcohol en el último año, y un 32.5% lo ingirió moderadamente. Después de ajustar para otros factores de riesgo comparados con los que no bebieron en el último año, los bebedores moderados presentaron un menor riesgo de ictus (0.67; IC del 95%, 0.46 a 0.99), de infarto de miocardio y de muerte vascular (0.74; IC del 95%, 0.59 a 0.94). Los resultados fueron similares cuando la comparación consideró a los que nunca habían bebido como grupo referencial. La reducción del peligro también fue observada para los subtipos no ateroscleróticos, y los resultados estratificados por edad, género y pertenencia étnica fueron similares.
En conclusión, la consumición moderada de alcohol se puede asociar a menor peligro de sufrir un accidente cerebrovascular dentro de una población multiétnica. Este efecto es independiente de otros factores de riesgo y se extrapola para los subtipos de ACV no ateroscleróticos.
Fuente bibliográfica
Stroke. 2006 Jan; 37(1):13-9