Geriatría
Programas de rehabilitación mejoran calidad de vida en ancianos
La vejez es la última etapa de la vida humana, inevitable e irreversible, con características únicas respecto a factores biológicos, fisiológicos, psicológicos y socio-económicos. Durante este período, las personas mayores enfrentan muchos problemas de salud. Por ejemplo, las enfermedades crónicas y degenerativas, como la hipertensión, la osteoporosis, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y diabetes mellitus, son problemas de salud que suelen experimentarse frecuentemente. Si bien, las alteraciones de salud tales como deficiencias físicas, dolor, cáncer, patologías cardiovasculares, insatisfacción y el aislamiento social no son específicos, éstas se encuentran entre las alteraciones más comunes en la senectud.
El objetivo de este estudio (Universidad Abant Izzet Baysal de Bolu, Turquía) fue evaluar la relación entre la capacidad física y funcional y la calidad de vida entre 100 personas mayores de 65 años de edad con una enfermedad crónica. Los autores examinaron el estado civil y la educación, la seguridad social, tipo de enfermedad crónica, número de condiciones crónicas y si los participantes utilizaban dispositivos de ayuda para caminar. Se aplicaron el perfil de salud de Nottingham (PSN) para analizar la calidad de vida relacionada con la salud, la escala de la movilidad física (PMS) para evaluar la movilidad en la vida cotidiana y la medida funcional independiente (MFI) para analizar la independencia funcional en las actividades diarias.
En individuos de ambos sexos, se encontró una diferencia estadísticamente significativa entre el número de enfermedades crónicas, tipo de enfermedad crónica, nivel educativo, estado civil, y los valores totales para MFI, PMS y PSN (p <0,05). En hombres, hubo una correlación entre el número de enfermedades crónicas y PSN total, FIM (p <0,05), pero en mujeres, no hubo correlación entre el número de condiciones crónicas y PSN total, MFI (p> 0,05). No hubo correlación entre tipo de enfermedad crónica y el síndrome premenstrual, PSN, MFI (p> 0,05) en cualquiera de los géneros. Se encontró que existen diferencias entre las personas mayores de ambos sexos con una enfermedad crónica en cuanto al número y tipo de afecciones crónicas, nivel de movilidad, estado funcional, calidad de vida; y finalmente, el nivel de movilidad estuvo relacionado con la capacidad funcional y calidad de vida en mujeres.
En conclusión, los programas de rehabilitación mejoran la capacidad física y funcional en personas de edad avanzada, mediante la participación en actividades que reducen el dolor y mejoran la calidad de vida.
