Nutrición
Consumo de proteínas no aumenta peligro de hipertensión
El incremento de la presión arterial (PA), un importante factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular, es altamente prevalente en todo el mundo. En el año 2000, el 25% de la población adulta padecía la afección, definida como el promedio PA sistólica (PAS) de a lo menos 140 mm Hg, presión arterial diastólica (PAD) por lo menos 90 mm Hg o el uso de medicación antihipertensiva. Esta proporción es probable que aumente al 29% el 2025. Por otra parte, varios estudios observacionales sugieren una asociación inversa de las proteínas con la PA. Sin embargo, poco se sabe sobre el papel específico de la proteína proveniente de la dieta con la PA.
Epidemiólogos holandeses examinaron la relación entre varios tipos de proteínas consumidas a través de la dieta (total, vegetales, animales, de productos lácteos, carne, granos, pescado, soya y nueces) y la incidencia de hipertensión en 2.241 participantes con a lo menos 55 años, que estaban libres de la enfermedad inicialmente. Las razones de riesgo, con intervalos de confianza del 95% (IC), para la hipertensión durante 6 años de seguimiento se obtuvieron por la desviación estándar (DE) de la ingesta de proteínas. Los riesgos se ajustaron por edad, género, índice de masa corporal (IMC), presión arterial sistólica (PAS), nivel educativo, alcohol, ingesta de hidratos de carbono y de otros nutrientes, así como de otras formas de proteínas (si procedía). Finalmente, se llevó a cabo un análisis estratificado por edad (de corte 70 años), sexo e IMC (corte de 25 kg/m).
El riesgo de hipertensión arterial en toda la población (1.113 casos) no estuvo relacionado con la ingesta de proteína total o por tipos de proteínas (riesgo ~ 1.00 por DE). El género y el IMC no modificaron significativamente las asociaciones. En 559 participantes de al menos 70 años, el consumo de proteínas de origen animal se relacionó positivamente con el riesgo de hipertensión arterial (riesgo 1,37 por DE, IC del 95%: 1.09 a 1.72). Para los participantes menores de 70 años no se encontró algún tipo de asociación (riesgo 0,92, IC del 95%: 0,81-1,06).
En conclusión, el consumo de proteínas no estuvo relacionado con la incidencia de hipertensión en dicha población. En los más ancianos, sin embargo, la mayor ingesta de proteínas de origen animal podría aumentar el peligro de hipertensión, lo que amerita una mayor investigación.
