Medicina medioambiental
Tabaquismo pasivo aumenta mortalidad en niños y mujeres
Los efectos nocivos del humo de segunda mano se han registrado a partir de 1928. Desde la década del setenta, se ha multiplicado fuertemente el interés científico en los posibles efectos adversos para la salud del humo ambiental del tabaco. Desde entonces, la evidencia sobre los problemas de salud debido a este fenómeno se ha ido acumulando a través de muchos estudios realizados en diferentes partes del mundo. Si bien, para proteger a los no fumadores contra la exposición al humo ambiental del tabaco, tanto en zonas de trabajo como en lugares públicos, se han implementado legislaciones pertinentes en algunos países y jurisdicciones sub-nacionales, el 93% de la población mundial sigue viviendo en regiones no cubiertas por tales regulaciones de salud pública.
Investigadores del Instituto de Medicina Medioambiental del Instituto Karolinska, en Estocolmo, Suecia, estimaron la exposición a nivel mundial al tabaquismo pasivo y la carga de enfermedades en niños y adultos no fumadores el año 2004. La presencia de enfermedad se estimó en muertes y años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) para niños y adultos no fumadores. Los cálculos se basaron en estimaciones de riesgo relativas de patologías y áreas específicas según la proporción de personas expuestas al humo de segunda mano.
A nivel mundial, el 40% de los niños, el 33% de los varones no fumadores y el 35% de mujeres no fumadoras están expuestas al humo de segunda mano. Esta exposición ha causado 379.000 decesos por cardiopatía isquémica, 165.000 por infecciones respiratorias bajas, 36.900 por asma y 21.400 por cáncer de pulmón. En 2004, se registraron 603.000 muertes atribuibles al humo de segunda mano, el 1.0% de la mortalidad mundial. El 47% de las muertes se produjo en mujeres, 28% en niños y 26% en hombres. Las principales enfermedades presentes fueron las infecciones respiratorias bajas en niños menores de 5 años (5.939.000), la enfermedad isquémica del corazón en adultos (2.836.000) y el asma en adultos (1.246.000) y niños (651.000).
En conclusión, estas estimaciones de morbilidad atribuible al humo ambiental del tabaco sugieren que se podrían obtener beneficios sustanciales para la salud mediante la extensión de intervenciones clínicas y de salud pública, con la finalidad de poder reducir el tabaquismo pasivo en todo el mundo.
