Pediatría
Televisión perjudica el rendimiento académico
Durante las últimas décadas, la televisión se ha convertido en un elemento omnipresente y es la actividad preferida en el ambiente familiar. Pese a las recomendaciones institucionales que desalientan este tipo de hábito durante la infancia y recomiendan menos de 2 horas por día más allá de los 2 años de edad, los padres muestran un escaso conocimiento de los hechos y de la existencia de tales directrices. El sentido común sugiere que la exposición a la televisión reemplaza el tiempo que podría utilizarse en otras actividades enriquecedoras para el crecimiento y que fomentan las tareas cognitivas, de comportamiento y desarrollo motor. Las investigaciones también han subrayado que el tiempo de exposición es un factor de riesgo para los hábitos de vida saludables en jóvenes en edad escolar, promoviendo menos actividad física, elevado peso corporal, poca ingesta de frutas y hortalizas, y mayor consumo de tabaco y alcohol.
Mediante un estudio longitudinal prospectivo, docentes de la Universidad de Montreal, Canadá, determinaron la influencia de la televisión sobre las características académicas, psicosociales y de estilo de vida en un total de 1314 niños. Los padres describieron las horas semanales de televisión a los 29 y 53 meses de edad. Finalmente, profesores y padres reportaron las características académicas, psicosociales, de salud y el índice de masa corporal a los 10 años de edad.
En el ajuste para factores individuales y familiares preexistentes, cada hora adicional de televisión en 29 meses provocó un 7% y 6% menos de atención en la clase (intervalo de confianza del 95% [IC]: -0,02 a -0,004) y de rendimiento en matemáticas ( IC del 95%, -0,03 a 0,01), respectivamente; un 10% de incremento en la victimización (IC del 95%, 0,01 a 0,05); un 13% menos de tiempo empleado en realizar actividad física los fines de semana (IC del 95%, 0,81 a 2,25), un 9% menos de actividades con esfuerzo físico (IC del 95%, -0,04 a 0,00); un 9% y 10% más de consumo de refrescos y aperitivos (IC del 95%, 0,00 a 0,04 y el IC del 95%, 0,00 a 0,02), respectivamente, y un 5% más de índice de masa corporal (IC del 95%, 0,01 a 0,05).
En conclusión, los riesgos a largo plazo asociados con mayores niveles de exposición temprana a la televisión pueden generar disposiciones poco saludables en la adolescencia.
