Cirugía
Esofagectomía mínimamente invasiva mejora la calidad de vida
La resección quirúrgica con intención curativa sigue siendo el pilar del tratamiento radical definitivo para la neoplasia de esófago y de la unión esofagogástrica. Lamentablemente, la esofagectomía abierta tiene un impacto perjudicial en la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), con una recuperación que puede tardar hasta un año. Por otra parte, se ha observado que la esofagectomía mínimamente invasiva (EMI) puede permitir una recuperación más rápida de la percepción de la salud física y mental de los pacientes.
Cirujanos del Royal Devon and Exeter NHS Foundation Trust, en Exeter, Reino Unido, registraron los resultados clínicos de pacientes sometidos a EMI para el cáncer entre abril de 2005 y abril de 2007. Los individuos completaron los cuestionarios validados QLQ-C30 y QLQ-OES18, antes de la cirugía y a las 6 semanas, 3, 6 y 12 meses después del procedimiento quirúrgico.
La EMI para el cáncer o displasia de alto grado se planificó para 62 pacientes, pero cuatro abandonaron a causa de enfermedad metastásica oculta. La resección se completó en 58, dos con conversión parcial a cirugía abierta. Hubo una muerte en el hospital y 29 pacientes desarrollaron complicaciones. En 1 año, 52 de 58 pacientes estaban vivos. La tasa de respuesta de los cuestionarios fue alta en cada momento (cumplimiento general del 84 por ciento). Seis semanas después de la EMI, los pacientes reportaron deterioro en los aspectos funcionales de la CVRS y más síntomas que al inicio del estudio. Sin embargo, la mayoría mejoró a los 3 meses y había regresado a niveles basales a los 6 meses. Estos resultados se mantuvieron 1 año después de la cirugía, con el 85 por ciento de los pacientes recuperados en más del 50 por ciento de los dominios de la CVRS.
En conclusión, la esofagectomía mínimamente invasiva conduce a un rápido restablecimiento de la calidad de vida relacionada con la salud.
