Geriatría
Vida sana y activa protege contra el declive mental
El concepto de envejecimiento sano se presentó por primera vez para explorar la hipótesis de que la vejez no necesariamente va acompañada de la disminución de las funciones intelectuales. A pesar que se han identificado varios aspectos de peligro para el deterioro cognitivo, se sabe muy poco acerca de los factores que predicen el mantenimiento del desempeño cognitivo en los adultos mayores.
Investigadores del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California, Estados Unidos, estudiaron 2509 ancianos inscritos en un estudio prospectivo. Se midió la función cognitiva utilizando el Mini Examen del Estado Mental Modificado al inicio y a los años 3, 5 y 8. También se utilizaron modelos de efectos aleatorios para clasificar a los participantes como: sin declive cognitivo (cambio cognitivo pendiente ≥ 0), declive menor (pendiente <0 y >1 DE por debajo de la media), o con gran deterioro (pendiente ≤1 DE por debajo de la media). La regresión logística se utilizó para identificar factores específicos asociados a una actividad intelectual normal frente a una pérdida menor.
Después de 8 años, el 30% de los participantes mantuvieron el desempeño cognitivo, el 53% mostró menor declive, y el 16% tuvo un gran deterioro. En el modelo estadístico, las variables iniciales que se asociaron significativamente con la conservación de las habilidades cognitivas fueron la edad (riesgo [R] = 0,65, intervalo de confianza 95% [IC]: 0.55-0.77 por 5 años), raza blanca (R = 1,72, IC 95% 1.30-2.28), nivel de educación secundaria o superior (R = 2,75, IC 95% 1.78-4.26), nivel de alfabetización mayor (R = 4,85, IC 95% 3.00-7.87), práctica semanal de ejercicios de moderada a intensa (R = 1,31, IC 95% 1.06-1.62), y no fumar (R = 1,84, IC 95% 1.14-2.97). Finalmente, se reportaron variables asociadas con una mayor pérdida cognitiva en comparación al deterioro cognitivo menor.
En conclusión, ancianos que mantienen la función cognitiva con un perfil único se distinguen de aquellos con declive leve. Es importante destacar que algunos de estos factores son modificables y, por tanto, pueden aplicarse en programas de prevención para fomentar con éxito el mantenimiento cognitivo. Además, los resultados asociados con la preservación pueden diferir de los factores asociados con un mayor deterioro cognitivo, pudiendo afectar la prevención frente a las estrategias de tratamiento.
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