Dermatología y Venereología
Enfermedades a la piel aumentan las complicaciones oftalmológicas
La necrólisis epidérmica tóxica (TEN) y el síndrome de Stevens-Johnson (SJS) son graves y raras reacciones en la piel, generalmente en respuesta a las drogas, y están asociadas con la destrucción generalizada de la epidermis. Las 2 enfermedades están estrechamente relacionadas: el SJS se caracteriza por erosiones a las mucosas y ampollas en áreas limitadas de la piel (10% del total de la superficie corporal), y se asemeja a la TEN a causa de la confluencia de ampollas y erosiones en más del 30% del total de la superficie del cuerpo. La incidencia de SJS y TEN es de aproximadamente 2 casos por millón de personas al año, y, en general, la tasa de mortalidad es del 20% al 25%. Pueden generarse complicaciones oculares graves como la pérdida visual permanente debido a la cicatrización o la vascularización corneal. Poco se sabe en la actualidad sobre los síntomas oculares de estas condiciones, en particular respecto a las secuelas en el largo plazo.
Oftalmólogos franceses analizaron las manifestaciones oculares agudas y tardías de la necrosis epidérmica tóxica y el síndrome de Stevens-Johnson (SJS), y determinaron los predictores para el desarrollo de complicaciones oculares, a través de un estudio retrospectivo. Se incluyeron 159 pacientes (de edad promedio de 49,9 años) durante un período de 8 años. Cuarenta y nueve individuos fueron contactados al menos 15 meses después del alta hospitalaria. Los registros fueron revisados según demografía, causa de la condición y la gravedad de la implicación ocular. Todos fueron contactados para fines de evaluar las complicaciones oculares.
Un total de 117 pacientes (74%) tuvieron problemas oculares agudos, que fueron leves en un 58%, moderados en 8% y graves en 8%. Los individuos con TEN representaron una mayor frecuencia (riesgo [R], 2.7; intervalo de confianza del 95% [IC], 1,06-6,90, p = 0.05), pero no eran los más graves (R = 0,95; IC del 95%, 0,20-4,5; P = 0.99). Cuarenta y nueve pacientes fueron contactados al menos 15 meses después del alta hospitalaria, y el 63% tenía complicaciones oculares tardías. El síndrome de ojo seco fue el más común. El índice de la enfermedad de la superficie ocular promedio fue 32,9 (rango 0-97,5). La gravedad de la patología ocular aguda representó el único factor de riesgo significativo de complicaciones tardías (P = 0.002), aunque 5 pacientes sin implicación ocular aguda desarrolló el síndrome de ojo seco.
En conclusión, la complicación ocular es frecuente en pacientes con TEN y SJS. Las alteraciones tardías fueron más frecuentes en pacientes con problemas oculares iniciales, pero también pueden desarrollarse en personas sin síntomas oculares.
