Neuroendocrino
Alteraciones en la insulina inducen al Alzheimer
La diabetes y la demencia son trastornos comunes que afectan a un porcentaje importante de la población mundial, y la prevalencia de ambas condiciones va en aumento. Las intervenciones que pudiesen impedir o retrasar la aparición de la demencia tendrían un efecto importante sobre la salud pública. Con cierta frecuencia se ha informado que la diabetes aumenta el peligro de deterioro cognitivo y demencia, sin embargo, las causas que subyacen detrás de estas asociaciones siguen siendo poco claras, así como también si el riesgo asociado a la diabetes es específico para la enfermedad de Alzheimer (EA), la demencia vascular, o es inespecífico para el deterioro cognitivo en general.
Docentes de los Departamentos de Salud Pública y Cuidados Geriátricos del Hospital Universitario de Uppsala en Suecia, investigaron la asociación entre la secreción de insulina en la madurez, el metabolismo de la glucosa y la posterior presencia de Alzheimer (EA) y demencia. 2322 participantes con 50 años de edad se sometieron a determinaciones para la respuesta aguda de insulina y para la tolerancia a la glucosa usando pruebas de homeostasis y de tolerancia a la glucosa intravenosa. Las asociaciones fueron analizadas mediante un modelo de riesgo proporcional (Cox).
Durante una mediana de seguimiento de 32 años, 102 individuos fueron diagnosticados con EA, 57 con demencia vascular y 394 con algún tipo de demencia o deterioro cognitivo. Una baja respuesta de la insulina en la línea de base se asoció a un mayor riesgo de Alzheimer (riesgo, 1.31, IC del 95%, 1.10-1.56), incluso después de ajustar por edad, presión arterial sistólica, índice de masa corporal, colesterol, tabaquismo, nivel de educación y resistencia a la insulina. Esta relación fue más fuerte en los sujetos sin el alelo APOE épsilon 4. La intolerancia a la glucosa aumentó la tasa de demencia vascular (riesgo, 1.45, IC del 95%, 1.05-2.00), pero no la de EA. La alteración de la secreción de insulina, intolerancia a la glucosa y las estimaciones de resistencia a la insulina se asociaron con un alto riesgo de demencia y deterioro cognitivo.
En conclusión, en este estudio longitudinal, un deterioro de la respuesta de insulina en la madurez se asoció con un mayor riesgo del mal de Alzheimer, sugiriendo una relación de causalidad entre el metabolismo de la insulina y la patogénesis de la afección cerebral degenerativa.
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