SAVALnet PY

https://www.savalnet.com.py/mundo-medico/reportajes/personalidad-musical.html
14 Septiembre 2015

Personalidad musical

Una reciente investigación de la Universidad de Cambridge concluyó que la forma de pensar, sentir y recordar se puede revelar a partir de la música que una persona escucha.

La música es considerada –casi unánimemente- como un importante factor cultural. La educación de ella ha sido incorporada dentro del currículo escolar por estar vinculada al desarrollo de las capacidades expresivas, como así también a la contención afectiva y social que brinda. 

Muchos investigadores la consideran una tremenda fuente de estimulación para el desarrollo de nociones lógico-matemáticas: temporales, espaciales, comparaciones pre-numéricas y manejo de cuantificadores. De hecho, la formación del concepto musical está directamente relacionada con el aprendizaje de las percepciones de intensidad, timbre, tiempo, duración, altura y armonía.

La mayoría de la gente utiliza la música como una herramienta de ayuda para regular emociones. Ya Nietzsche había adelantado esta afirmación sosteniendo que ella expresa, más que cualquier otro arte, “la realidad de la voluntad de poder. Es, en todas sus variantes, el estimulante de la vida. La armonía, ritmo y melodía se vinculan con las dimensiones corporal y espiritual de las personas, es decir, es un fenómeno capaz de integrarlas, generando estados de bienestar, acción o quietud”.

¿Es la música un catalizador de rasgos de personalidad presentes o latentes en el sujeto o, es un factor incidente en la presencia de estos rasgos en la personalidad? La ciencia ha descubierto que el gusto musical revela de una persona mucho más de lo que se creería. 

Un reciente estudio de la Universidad de Cambridge (PLoS One. 2015 Jul 22;10(7):1-22) determinó que las elecciones musicales podrían ser vistas como un reflejo de la personalidad, es decir, hacen referencia a factores internos, más o menos estables, que hacen que la conducta de una persona sea consistente en diferentes ocasiones y distinta de la conducta que otras personas mostrarían en situaciones comparables.

Si bien anteriormente otros investigadores ya se habían aproximado a establecer un vínculo entre preferencias de estilos musicales y tipos de personalidad, lo interesante de este estudio es que se analizó la relación entre la forma de pensar de cada individuo y sus gustos musicales.

El equipo –encabezado por el doctor David Greenberg del Departamento de Psicología del School of Biological Sciences de la Universidad de Cambridge- revisó cómo el estilo cognitivo determina la elección musical en cuatro mil personas que fueron seleccionadas a través de una aplicación en Facebook. A ellas se les aplicó una serie de cuestionarios de psicología y otros test. También debieron poner nota a una lista de 50 piezas musicales, que incluía 26 géneros y subgéneros diferentes, según fuera su preferencia.

Los resultados determinaron que las personas en las que prima la empatía disfrutan más de los estilos musicales suaves, como el blues, el jazz y el country. Por el contrario, las composiciones de heavy metal o punk jamás entrarían en su repertorio. 

Quienes se identifican con la sistematización, o la capacidad para comprender instintivamente las reglas, escuchan, por normal general, ritmos más contundentes. 

A los empáticos les atrae más la música que les transmite emociones y tonos reflexivos, sensuales, cálidos, hasta tristes. A los sistemáticos, les gusta la energía, la fuerza y de emociones positivas y complejas.

El doctor Mingo Fuentes Castro, médico general que trabaja en los Hospitales del Cobre y Carlos Cisternas de Calama y en su consulta privada, es un convencido que el estilo de pensamiento es un predictor de la clase de música que le gusta a las personas. 

Para él, la música es un punto de encuentro. Junto a otros médicos y amigos se reúne todas las semanas a “tocar” diferentes piezas de música popular. Como conocedor y apasionado del tema, señala de qué manera nuestro estilo cognitivo influye en nuestras elecciones musicales. 

“Podríamos ejemplificarlo argumentando que las personas con estilo cognitivo impulsivo buscan música rápida con cambios de ritmo marcados; los reflexivos buscan en la música el momento de fondo para pensar y divagar en sus preguntas internas; los verbalizadores usan la música de predominio con contenido verbal con abundante letra, que les permita cantar mientras se toca su melodía; los visuales, en especial, van a preferir los videoclips, ya que no puede separar estos aspectos, porque la música aislada no es completa sin ser materializada”, dice. 

La música es capaz de revelar quiénes somos, desde el punto de vista emocional, social y cognitivo. Pero nuestros gustos cambian en el tiempo. ¿A qué se podría atribuir este hecho?

Para el doctor Fuentes, “el ciclo de la vida va permitiendo que cada individuo pueda estar expuesto a diferente tipo de música y que esto repercuta en los gustos, ya que la experiencia vivencial se va asociando a diferentes hitos musicales a lo largo de la vida. Tanto es así que hay quienes lloran al oír una melodía sin estar sufriendo”.

Estas conclusiones no contradicen a las derivadas de otros estudios previos sobre el tema, ni tampoco son un espejo cien por ciento fidedigno de lo que somos: “sólo devela una parte de nosotros”, concluye el doctor Mingo Fuentes. 

El neurólogo inglés Oliver Sacks, uno de los grandes escritores clínicos del siglo XX, profesor de neurología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York y de neurología y psiquiatría en la Universidad de Columbia, quien falleció de un cáncer terminal con metástasis múltiple en el hígado a causa del melanoma ocular, fue –a juicio del The New York Times- “una especie de poeta laureado de la medicina contemporánea”.

A partir de su experiencia, postuló que las personas tenemos una propensión natural a la música, que él denominó “musicofilia”, la que surgiría en nuestra infancia y se manifestaría en todas las culturas, probablemente –incluso- se remonta a los comienzos de la especie, ya que forma parte de la naturaleza humana.

Él fue quien llegó a afirmar que los seres humanos “somos una especie tan lingüística como musical”, porque la música puede afectarnos a todos: nos calma, anima, consuela, emociona o nos sirve para organizarnos y sincronizarnos cuando trabajamos o jugamos. Es decir, vivimos en estéreo. 

Mundo Médico

Destacado Agenda de Eventos

Congreso Internacional de Medicina de Urgencias y Reanimación 2024

21 Febrero 2024

Evento que tiene como objetivo fomentar la investigación en Medicina de Emergencias al compartir sus resultados y discutir la evidencia...

Destacado Galería Multimedia

Educar para prevenir

11 Octubre 2023

Organizadores, ponentes, participantes y auspiciantes dieron por finalizado el IV Congreso Interamericano de Prevención Cardiovascular d...

VI Simposio Internacional de Glaucoma

13 Septiembre 2023

Según cifras de las Organización Mundial de la Salud, hasta 80 millones de personas podrían padecer glaucoma y, de ellos, aproximadame...