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El tratamiento de ondas de choque es una terapia extracorporal que consiste en aplicar ondas de presión ultrasónicas de alta potencia en lesiones, provocando efectos tanto mecánicos como biológicos. Durante más de 30 años, este tipo de técnica mínimamente invasiva ha sido aplicada con éxito en urología para desintegrar cálculos en el tracto urinario. Sin embargo, en los años 90 se expandió a otras espacialidades cuando mostró un aumento del espesor del hueso pélvico de los pacientes tratados, lo que rápidamente atrajo la atención de cirujanos ortopédicos y traumatólogos.

Así, desde hace más de 15 años, el Tratamiento con Ondas de Choque Extracorpóreas (ESWT, del inglés “Extracorporeal Shock Wave Treatment”) se ha usado de manera efectiva para el tratamiento de fracturas con retraso de consolidación y de pseudoartrosis, así como en patologías de tendones (codo de tenista, dolor plantar del talón, espolones, calcificación de los tendones del hombro).


Tratamiento Ondas de Choque versus Cirugía

Los beneficios que se reportan con este tratamiento son múltiples, ya que ahorra al paciente no sólo una cirugía mayor sino también de una larga hospitalización y posibilidad de alguna complicación postquirúrgica. De hecho, después de una cirugía entre el 10% y el 30% de los casos presentan complicaciones más o menos serias, mientras que el tratamiento con ondas de choque tan solo se han observado efectos secundarios menores como inflamación superficial y hematomas superficiales sin repercusión clínica.

Según el secretario científico de la Sociedad Internacional de Tratamientos Médicos por Ondas de Choque (ISMST por sus siglas en inglés), doctor Wolfgang Schaden, “las ondas de choque son tan efectivas como una intervención quirúrgica para la consolidación de huesos largos pero, al no tratarse de una operación, no hay pérdida de sangre y es menos traumático para los pacientes y, en el análisis final, ahorra dinero al sistema de salud”. Además, el doctor Leonardo Guiloff, médico traumatólogo que trajo esta técnica a Chile, comentó a SAVALnet que “se sabe que con el tratamiento de ondas de choque en promedio 7 a 10 fracturas consolidan sin tener que hacer nuevas intervenciones quirúrgicas, las cuales tienen un alto costo”.


Otros campos de aplicación

En los últimos años los efectos secundarios “positivos” de esta técnica han llevado a nuevos campos de aplicación. Uno de ellos es en las heridas crónicas de piel, donde se produce un efecto de cicatrización. “Está comprobado que la técnica induce la cicatrización, de hecho en Europa tiene una tasa de éxito superior al 70%” aseguró a SAVALnet el doctor Manuel Brañes, médico traumatólogo de Mega Salud Arauco e investigador en ondas de choque. Así esta técnica ha ganado importancia en el tratamiento de lesiones agudas y crónicas de la piel como son las úlceras por presión, úlceras venosas y arteriales crónicas diabéticas, quemaduras y lesiones post traumáticas y post quirúrgicas.

Otro campo de aplicación de la técnica de ondas de choque es en cardiología. En palabras del doctor Guiloff, la técnica “permite revascularizar tejidos dañados miocárdicos. Hoy en día, en conjunto con la cirugía reconstructiva arterial coronaria, se puede mejorar la función cardíaca y estimular zonas de tejidos que han estado necróticos al aplicar esta onda de forma defocalizada. Entonces esta onda es capaz de formar nuevos vasos sanguíneos, mejorar la condición local de un tejido dañado y por consiguiente mejorar la función cardíaca global”.

Ondas de Choque en Chile

En 1999 el doctor Leonardo Guiloff trajo el Tratamiento con Ondas de Choque Extracorpóreas a Chile, luego de viajar a Alemania y presenciar con sus propios ojos los efectos biológicos que estas ondas producían. Así, lo utilizó y en 2002 comenzó a trabajar en conjunto con el doctor Brañes, quien inició investigaciones en conjunto con la U. de Chile.

De hecho, hace dos semanas se publicó en versión online en el Journal of Raman Spectroscopy el primer trabajo realizado en la Facultad de Ciencias, Dpto. de Química U. de Chile, de los autores José Cárcamo, Marcelo Campos, Ernesto Clavijo y Manuel Brañes referente al estudio de tejidos de mango rotador en hombro tratados con ondas de choque y analizados molecularmente con espectroscopia Raman. “Esta línea de investigación ha despertado mucho interés en centros especializados de Europa por lo novedoso y por la exactitud de la técnica”, asegura el doctor Brañes.

En nuestro país existen aproximadamente seis máquinas que realizan este tratamiento con ondas radiales, pero solamente una que realiza todas las funciones. “Nosotros, en Mega Salud Arauco, tenemos la única maquina en Chile que tiene 3 tipos de onda: la radial, focal y la defocalizada que sirve para heridas”, cuenta el doctor Guiloff.

Actualmente los médicos Brañes y Guiloff son los únicos especialistas chilenos que son miembros de la Sociedad Internacional de Tratamientos Médicos por Ondas de Choque y de la Sociedad Iberoamericana de Ondas de Choque. Ante esta realidad, el doctor Guiloff es enfático al hacer un llamado de unidad al resto de sus colegas. “Para nosotros la gran carencia en Chile es esta falta de unidad. Quiero pedirle a los colegas que están haciendo esto que por favor se integren y ayuden a conformar dentro del ámbito científico una sociedad en la cual se puedan intercambiar experiencias basado en las normas internacionales. También que por favor no realicen sus experiencias aisladamente sin saber en qué sentido se complementa esto con otras técnicas. De otra forma va a ser imposible que podamos hablar el mismo idioma”.

Los traumatólogos son muy optimistas con el desarrollo de esta técnica en Chile y Latinoamérica y se han preocupado de difundir con fuerza sus beneficios. De hecho, este año están invitados a Argentina para dictar conferencia en el Primer Congreso de la Sociedad Iberoamericana de Ondas de Choque que se realiza en conjunto con el Congreso Latinoamericano de Hombro y Codo. Además, aseguran que se está consolidado cada vez más en nuestro continente, prueba de ello es que en 2012 se realizará en Cartagena de Indias el congreso mundial de la ISMST. Con todo, el doctor Guiloff mira hacia adelante con optimismo y reflexiona: “estoy convencido de que esta técnica va a seguir subiendo en categoría, ya que va a ser necesario para muchos cosas en el futuro que todavía ni siquiera sabemos”.