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Soraya Angela Araya Yampey, pediatra y especialista en infectología pediátrica. En la actualidad se desempeña como jefa del Departamento de Urgencias de Pediatría del Instituto de Medicina Tropical (IMT) y en el Edificio Maxwell donde realiza consultas de manera particular.

En el mes de noviembre el Senado proclamó ganadores del Premio Nacional de Ciencia 2016 a los autores de la investigación “Aplicación Pronóstica de una Escala de Mortalidad en niños con neumonía adquirida en la comunidad”. La misma fue realizada por un grupo de renombrados médicos, entre los que destacan el Pr. Dr. Antonio Arbo, la Dra. Dolores Lovera, Dra. Claudia Zárate, Dra. Gabriela Sanabria y la Dra. Julia Acuña, donde formó parte la joven médica, equipo denominado cariñosamente por Araya como “familia intelectual”.

De 43 participantes del premio, que se postularon con obras de diferentes áreas de la ciencia, nadie predecía quienes llevarían el reconocimiento de este importante premio. La doctora Araya habló con SAVALnet sobre el objetivo principal de la investigación, el proceso de esta gran obra y la emoción que sintió al saber los resultados del proyecto que como equipo anhelaban poner en marcha hace muchos años.

- Doctora, ¿de qué trata el proyecto de investigación?

Este es un concurso que se lleva a cabo cada dos años en el mes de noviembre, en el cual convergen todas las ciencias tales como biología, medicina, física, química y otros. En base a estos trabajos de investigación se trata de ver aquel que haya tenido un impacto positivo a nivel país. El trabajo que fue premiado se llama “Aplicación Pronóstica de una Escala de Mortalidad en niños con neumonía adquirida en la comunidad”. Lo positivo de esto es que es una escala que ha sido ideada en nuestro país por los profesionales que conformamos el equipo de investigación. Se basa en una escala que denominamos piro modificada, PIRO: persona, insulto, respuesta y organicidad. Existe una escala PIRO de adultos que es para valorar sepsis, pero que toma en cuenta valores o variables relacionadas meramente a la etapa adulta. No existía ninguna escala similar en pediatría que pudiera ser aplicada para definir mortalidad.

- ¿Qué significan las siglas P.I.R.O?

Bueno, en realidad Piro, donde tiene que ver en relación a la P, la comorbilidad del paciente, si tiene HIV, síndrome de Down, cardiopatía congénita. La letra I que quiere decir insulto, que vendría a ser si el paciente presenta o no bacteriemia, si el paciente presenta o no una sepsis importante. La R de respuesta que quiere decir cómo responde el paciente a esa noxa, y en respuesta a detallar de si es una neumonía complicada o si no, si hay hematoceles, si hay afectación de la saturación, una saturación muy baja; la letra O de organicidad, cuando hay falla de órganos por la severidad del cuadro y le hemos dado una puntuación de diez -dando un punto a cada variable- y en base a ello hemos definido puntos de corte en el cual se puede ver grados de mortalidad que el niñito va a tener. En base a eso ahora sabemos que un niñito con puntaje tres debe ser monitorizado en terapia intensiva por más que el paciente  impresione que está en óptimas condiciones. Esto es porque la chance de morir es muy alta, si nosotros intervenimos cuando el niño tiene un puntaje de tres, la sobrevida del paciente llega a ser alta y podemos cambiar la evolución normal de la patología de ese niño y darle la chance de tener una vida plena.

- ¿Cuál fue el objetivo de la investigación?

La idea nuestra de crear esta escala, se centraba en poder definir al ingreso del paciente el riesgo de mortalidad que tenía ese niñito, para poder brindar al niño la oportunidad de ingreso a terapia intensiva de manera temprana y oportuna.

- ¿Cuándo inició este proyecto?

Esto lo hemos iniciado desde el año 2009 ya y fue presentado en Ecuador, había llamado la atención del grupo de investigadores extranjeros con una escala que lo hicimos en retrospectiva con pacientes que ya habían sido hospitalizados en el servicio. En 2011 quisimos hacerla de manera prospectiva para ver si los resultados se repetían y ver si era una escala que realmente aportaba algo positivo y nos llamó la atención que obtuvimos exactamente los mismos resultados. Esto quiere decir que es una escala confiable. Entonces, esta escala la mandamos a una revista internacional que se llama The Pediatrics infectious Disease Journal, llamó la atención de un investigador muy importante quien dijo estar muy impresionado, creo que le llamó la atención e inclusive dio a entender que lo utilizaría en los Estados Unidos porque le parecía una escala que realmente brindaría beneficios a los niños. Anteriormente solamente se aportaban beneficios con el uso de tratamientos antibióticos. Esto brinda un paso más, además del antibiótico tener la noción de la prevención de la mortalidad en el niño y el momento oportuno de acción.

- ¿En qué otros congresos fue presentada la investigación?

Fue presentada en el Congreso Argentino de Infectología, lo he presentado en la conferencia que me tocó dar sobre neumonía en la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica y justo entonces consideramos con el equipo conformado por el Pr. Dr. Antonio Arbo, la Dra. Dolores Lovera, Claudia Zárate, Gabriela Sanabria, Julia Acuña y quien les habla que sería interesante presentarlo en el Concurso Nacional del Premio Nacional de Ciencias. Francamente no sabíamos si teníamos la oportunidad de ganar, -como habían varias especialidades en juego- pero fue grata la sorpresa cuando nos informaron que habíamos ganado. Lo que hemos obtenido es para que los estudiantes jóvenes de medicina se motiven y se den cuenta que el paraguayo puede hacer cosas importantes. Que no es necesario cruzar la frontera para conseguir llamar la atención de los demás o para hacer algo positivo por sus semejantes.

- ¿Cuántos reconocimientos se dieron hasta hoy doctora?

Entre los premios que hemos ganado en el equipo de investigación que conformamos está el de 2009, el Premio de Infectología al mejor trabajo de investigación, y en 2011 el primer premio de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica. Posteriormente hemos tenido premios nacionales en congresos. También premios en Congresos de Infectología y de pediatría general el Premio Nacional de Ciencias. No seremos ricos, pero nos sentimos satisfechos de poder hacer algo positivo para los niños de este país y poder hacer algo positivo para los estudiantes de medicina, quienes tienen la idea de que si no van a los Estados Unidos  o no van a Europa no han cumplido su misión y con esto queremos demostrar que la voluntad puede muchas cosas si uno tiene el propósito de hacer el bien como la voluntad de estudiar uno llega esté donde esté.

- Coméntenos sobre el trabajo en equipo…

Justamente quería recalcar la importancia de los trabajos en equipo, muchas veces la profesión médica tiene dos perspectivas. La perspectiva del paciente y la perspectiva de mejoramiento y la competencia intelectual que existe entre profesionales. Lo bueno en investigación es poder conformar equipos. Porque cuando esto sucede se logra el respeto, se logra la tolerancia, se logran sumar ideas, se logran valorar aspectos que si uno trabaja exclusivamente solo quizás habría ciertos errores que uno no podría valorar. El trabajo en equipo logra una visión especial de los problemas y permite vencer obstáculos, entonces también quiero hacer hincapié en eso; para que los jóvenes tomen en cuenta que es importante la investigación, el trabajo en equipo, que es importante trazarse una meta y buscar algo que pudiera traer un impacto positivo para su país.

- ¿Cómo se siente tras este importante reconocimiento?

Muy feliz, contenta y agradecida porque el Dr. Antonio Arbo fue mi maestro en infectología, el me formó como infectóloga y me siento feliz de que podamos tener ideas que puedan concretarse y que puedan tener un impacto positivo, soy mamá de un niño de cuatro años. La visión cambia cuando una se vuelve mamá y siento que así estoy cumpliendo también un buen rol, porque al ver que los esfuerzos rinden frutos también mi hijo sea el día de mañana una persona dedicada, esforzada y el grupo que conformamos es como una familia intelectual, la cabeza que es el Dr. Arbo y los demás miembros que trabajamos en bloque a beneficio de la institución.

- Un agradecimiento especial…

Dentro de todos los puestos quisiera hacer un agradecimiento especial al Dr. Antonio Arbo, quien fue nuestro profesor en los años que estudié pediatría e infectología pediátrica. Es un gran investigador y un gran motivador, este premio se debe al equipo y se debe al apoyo que hemos obtenido de quien fuera siempre nuestro maestro y mentor.