

Neumol Pediatr 2016; 11 (2): 65 - 70
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Acualización en el tratamiento de bronquitis aguda: menos es más
Adrenalina
La AAP señala que no se debe administrar en niños con
bronquiolitis aguda. Hartling et al compararon adrenalina versus
placebo como tratamiento de la bronquiolitis, demostrando que
a nivel ambulatorio disminuyó la admisión hospitalaria al día
uno pero no al día siete, y en pacientes hospitalizados no hubo
diferencias en días de estadía, encontrando solo mejoría de
puntaje clínico a la 1ª o 2ª horas. Luego compararon adrenalina
versus salbutamol, no demostrando diferencias en la admisión
hospitalaria al día uno y siete; sin embargo en pacientes
hospitalizados disminuyó la estadía hospitalaria y mejoró el
puntaje clínico a la 1ª y 2ª horas, con mejoría de la saturación
de oxígeno respecto al salbutamol (12).
Broncodilatadores
La guía de la AAP indica que no se debe administrar
en niños con bronquiolitis aguda. Gadomski et al analizaron 30
estudios clínicos randomizados, con 1992 lactantes, demostrando
que no hubo mejoría en la saturación de oxigeno ni el puntaje
clínico, y no disminuyó el rango de admisión hospitalaria ni los
días de estadía hospitalaria, por lo tanto no son efectivos en el
manejo rutinario de la bronquiolitis aguda (13).
Solución hipertónica al 3%
Las recomendaciones actuales indican que no
se debe administrar en niños con bronquiolitis aguda en el
servicio de urgencia, sin embargo podría ser útil en pacientes
hospitalizados. Zhang analizó 11 estudios randomizados
controlados comparando el uso de solución hipertónica al
3% con o sin broncodilatadores versus solución salina 0,9%,
en lactantes menores de 24 meses con bronquiolitis leve
a moderada, en el ámbito hospitalizado, ambulatorio y en
el servicio de urgencia. A nivel ambulatorio y hospitalizado
disminuyeron los días de hospitalización y el puntaje clínico los
primeros 3 días, no encontrando diferencias en los pacientes
del servicio de urgencia (14). Posteriormente, el mismo autor,
publica una revisión sistemática con 24 estudios, que incluyeron
3209 pacientes. Los pacientes hospitalizados tratados con suero
hipertónico tuvieron menor estadía hospitalaria comparada con
placebo, y disminución del puntaje clínico los primeros 3 días
post tratamiento. En pacientes ambulatorios reduce el riesgo de
hospitalización en un 20%. No se reportaron eventos adversos
(15).
Corticoides
La AAP propone que no se debe administrar en
niños con bronquiolitis aguda. Fernándes analizó 17 estudios
randomizados controlados, con 2596 lactantes, comparando
eficacia y seguridad de corticoides sistémicos e inhalados vs
placebo u otra intervención, encontrando que no disminuye
la admisión hospitalaria tanto en el ámbito ambulatorio como
hospitalario (16). Blom evaluó mediante 5 estudios randomizados
controlados, con 374 pacientes, el efecto de los corticoides
inhalados, iniciados en etapa aguda, para prevenir sibilancias
posterior a la bronquiolitis, no encontrando diferencias
significativas en relación a prevenir sibilancias y readmisión
hospitalaria (17).
Antibióticos
Las guías de AAP no recomiendan el uso de
antibióticos de rutina, excepto en pacientes con alta sospecha
de bacteremia, la cual ocurre en menos de 1% de los pacientes.
McCallum evaluó la eficacia de la claritromicina por tres
semanas para disminuir los síntomas respiratorios persistentes
post bronquiolitis, no encontrando diferencias en la reducción de
síntomas o rehospitalizaciones comparada con placebo dentro
de 6 meses posteriores (18). Spurling analizó en cinco estudios
randomizados controlados la eficacia de ampicilina y macrólidos
en reducir el tiempo resolución de síntomas, no encontrando
diferencias significativas en ambos tipos de antibióticos (19).
Kinesioterapia respiratoria
No debe ser indicada de rutina en niños con diagnóstico
de bronquiolitis. Roque evaluó la eficacia de la kinesioterapia
respiratoria en lactantes menores de 24 meses cursando con
bronquiolitis aguda. Los resultados fueron negativos para los
distintos tipos de terapia kinésica estudiadas. No se encontraron
diferencias en relación a parámetros respiratorios, requerimientos
de oxigeno y estadía hospitalaria. Además se evidenció efectos
adversos como vómitos e inestabilidad respiratoria (20).
Hidratación y aseo nasal
Se debe asegurar una adecuada hidratación. La AAP
recomienda la terapia endovenosa cuando existe polipnea mayor
de 60 respiraciones por minuto, abundantes secreciones nasales
y retracción costal.
Los lavados nasales con suero fisiológico están
indicados principalmente antes de la alimentación y
procedimientos inhalados.
Oxígeno
No se recomienda utilizar oxígeno suplementario si la
saturometría es mayor a 90%, ni la saturometría continua en
pacientes con bronquiolitis aguda.
No existe actualmente consenso en el punto de corte
de la saturación, distinguiéndose grupos que recomiendan
la normoxemia con saturaciones mayores o iguales a 94% o
la hipoxemia permisiva con saturaciones mayores o iguales a
90%. Cunningham et al realizaron un estudio encontrando que
el manejo de paciente con bronquiolitis aguda con saturaciones
iguales o superiores a 90% es seguro y clínicamente efectivo
en comparación con un grupo de pacientes tratados con
saturaciones iguales o mayores a 94%; tenían menor necesidad
de oxígeno, realimentación y altas a domicilio más rápidas, y con
menos readmisiones (21).
Terapia de alto flujo de Oxigeno
Este sistema aporta flujos de hasta 40 l/minuto de
oxigeno humidificado y a temperatura entre 33 y 41°c a través
de cánulas nasales, proporcionando presión positiva continua
a la vía aérea. En general es bien tolerado en niños con
insuficiencia respiratoria moderada y representa una alternativa
a la ventilación mecánica no invasiva. González evaluó el
impacto de esta terapia en 25 lactantes con bronquiolitis VRS,
encontrando disminución significativa de la frecuencia cardiaca,