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Succión nutritiva
Este tipo de succión está integrada por 3 fases coordinadas: expresión/succión, deglución y
respiración. Aunque fisiológicamente la conducta del lactante en su succión es muy homogénea,
existen diferencias en la forma de entrega. Por ello, la succión nutritiva considera dos métodos:
alimentación por pecho materno y alimentación por mamadera. Durante la alimentación en am-
bas modalidades, la anatomía del lactante permite tanto la posición horizontal como la inclinada
(siendo esta última la más recomendada) así como también la relación nariz-boca, favoreciendo
la succión nutritiva y evitando el paso de alimento a la vía aérea, lo cual se complementa perfec-
tamente con la estructura nasal, que al poseer narinas más horizontales permite la respiración
del lactante más lineal. Esto permite mantener una respiración constante durante la alimentación
(importancia de la permeabilidad nasal del neonato) facilitado por los cojinetes grasos de las me-
jillas, los que permiten el control del volumen extraído, concluyendo con la formación y envío del
bolo en una dirección posterior hacia orofaringe ayudado por el tamaño de la lengua, que en los
lactantes es proporcionalmente más grande que la de un adulto.
Fisiológicamente la succión nutritiva está integrada por 3 fases; comenzando con la
expre-
sión/succión
, en donde el lactante comprime el pezón o chupete de la mamadera, logrado a
través de la contracción de los labios y encías, más el movimiento anteroposterior mandibular,
generando una presión positiva sobre el pezón o chupete y causando la expresión inicial del flujo
lácteo hacia la cavidad oral. La presión de expresión del chupete puede generar volúmenes lácteos
más altos que en la succión del pezón, beneficiando la mantención y producción de leche mater-
na. El selle bucal hermético es fundamental para evitar la fuga de leche a través de la comisura
bucal, el cual permite una succión nutritiva eficiente. Consecutivamente, se genera una presión
negativa por la retracción mandibular y la estabilidad de las paredes bucales. Los movimientos
linguales intraorales varían según el tipo de alimentación: En la succión de la leche materna
desde el pecho, la lengua forma un surco medio longitudinal, descendiendo la base de la lengua
(movimiento parecido a la ordeña) para generar la presión negativa que favorece la extracción
de leche. En cambio, en la succión nutritiva de mamadera, se generan movimientos alternos de
la punta y base de la lengua, semejando un pistón. La segunda fase es la
deglución
, en donde
el bolo lácteo pasa de la cavidad oral al esófago, gracias a ondas peristálticas en la orofaringe,
favoreciendo la elevación del velo del paladar que ocluye las vías aéreas superiores, dando espa-
cio a la lengua para empujar el bolo a la hipofaringe. En ese momento se genera una apnea de
deglución. Adicionalmente, se debe tener en consideración que la respiración durante la succión
nutritiva no se detiene, manteniendo su componente aeróbico.
Durante la coordinación
succión-deglución-respiración
, la secuencia de los diferentes
componentes es 1:1 en la etapa neonatal: es decir, una succión por cada deglución y respira-
ción. Esta secuencia puede llegar a ser de 2 o 3:1 a partir de las seis semanas de vida aproxi-
madamente.
Este complejo proceso puede verse alterado y los síntomas asociados pueden dividirse en
cuatro grupos:
- Durante la expresión/succión: Falta de inicio de la succión, problemas para sujetar la tetilla,
formación deficiente del sello labial y escape oral por comisuras, entre otros.
- Durante la deglución los signos de ahogamiento son: Arqueos, náusea, vómito, tos, regurgi-
tación nasal de la leche y ruido laríngeo.
- Alteraciones de la frecuencia respiratoria o períodos de apnea, cianosis y trastornos del ritmo
cardíaco.
- Signos clínicos de protección: Escupir o morder el pezón, girar la cabeza, llorar, etc.
El proceso fisiológico de la succión nutritiva varía entre la succión del pecho de la madre y la
succión de mamadera. La alimentación desde el seno materno permite una succión más coordi-
nada, por lo tanto, es fisiológicamente lo óptimo. La estimulación no nutritiva es fundamental
para potenciar mecanismos protectores y potenciadores de la nutrición. Esta debe ser indicada
tempranamente como parte importante de las actividades del equipo médico o equipo rehabilita-
dor. Cada individuo responde de forma diferente ante este proceso, según los antecedentes y el