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Máscara laríngea: Indicada cuando la ventilación con máscara y bolsa no es exitosa y no es

posible realizar intubación endotraqueal. Requiere entrenamiento. Mientras más pequeño es

el niño, su inserción se asocia a mayores complicaciones.

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Intubación endotraqueal: Proporciona mantención más permanente de la vía aérea, protege de

la aspiración de contenido gástrico y facilita el manejo ventilatorio avanzado. Complicaciones:

Desplazamiento y obstrucción.

Ventilación

La ventilación con bolsa y máscara es un buen método comparada con la ventilación a través

de TET. Se debe seleccionar el tamaño correcto de la máscara, mantener vía aérea abierta el

tiempo que se realiza un sello adecuado de la máscara y se aplican ventilaciones efectivas. Usar la

fuerza necesaria para observar la elevación torácica, evitando ventilación excesiva, ya que puede

aumentar la presión intra torácica, reduciendo el retorno venoso y por lo tanto el gasto cardíaco

y el flujo sanguíneo cardíaco y cerebral. Además, se puede producir atrapamiento aéreo, baro

trauma en pacientes con obstrucción de la vía aérea pequeña, distensión gástrica, aspiración. En

niños mayores, pacientes con obstrucción de la vía aérea, o distensibilidad pulmonar disminuida,

esta maniobra es más efectiva con dos personas. Una mantiene la permeabilidad de la vía aérea

y el sello de la máscara y otra realiza la ventilación con bolsa.

Coordinación de compresiones torácicas y ventilación

En pacientes no intubados, luego de 30 compresiones (reanimador único) o 15 compresiones

(dos reanimadores) se deben proporcionar dos ventilaciones (boca-boca, boca-máscara, bolsa y

máscara) cada una de un segundo de duración aproximado. Si el paciente esta intubado, se ventila

a una frecuencia cada 6 a 8 segundos (8 a 10 por minuto), sin interrumpir las compresiones torá-

cicas. Si el paciente presenta ritmo de perfusión, sin esfuerzo ventilatorio o inadecuado, realizar

una ventilación cada 3 a 5 segundos (12 a 20 por minuto).

Aporte de oxígeno

En cuanto esté disponible, ventilar con oxígeno FiO

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1 (100%), hasta que una vez restaurada

la circulación, se pueda monitorizar con oxímetro de pulso. Disminuir la concentración de oxígeno

a la concentración mínima que permita una saturación arterial de oxihemoglobina de al menos

94%.

Otras consideraciones

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Evitar la distensión gástrica ya que puede interferir con una adecuada ventilación y causar

aspiración de contenido gástrico. Se puede disminuir evitando presiones inspiratorias máximas

excesivas y eventualmente aplicando presión cricoidea en pacientes inconscientes, siempre y

cuando esta maniobra no obstruya la tráquea e interfiera con la ventilación. El uso de SNG

o SOG, puede ser una ayuda. Considerar que la sonda interfiere con la función del esfínter

esofágico inferior, se recomienda instalar después de intubar por el riesgo de regurgitación

durante la intubación.

- Monitoreo ECG: Monitoreo continuo del ritmo cardíaco, para observar respuesta al tratamien-

to y cambios en la condición clínica.

- Capnografía: Permite confirmar ubicación del TET en niños con peso superior a 2 kilos con

ritmo de perfusión. Su monitoreo continuo permite guiar la terapia, especialmente la efectivi-

dad de las compresiones torácicas, ya que existe una fuerte asociación entre el CO

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espirado

y el aumento del gasto cardíaco durante la RCP.

- Accesos vasculares: Son esenciales para la administración de medicamentos y toma de exáme-

nes. Considerar la vía intraósea, si el reanimador está entrenado y con dificultad para obtener

vías periféricas. El acceso intraóseo es rápido, seguro, efectivo y útil como vía vascular inicial