

469
Pericarditis
Pablo Gómez L.
CAPÍTULO 10
Dada la rareza y presentación no específica de esta condición en pediatría, el clínico en su
trabajo diario, debe tener un alto índice de sospecha, su incidencia es desconocida. Inflamación
del pericardio, con o sin derrame pericárdico. Casos leves habitualmente autolimitados, casos
más severos progresan con derrame pericárdico, pericarditis constrictiva por reacción fibrosa del
pericardio, pericarditis recurrente o taponamiento cardíaco. La presencia de líquido pericárdico
superior a lo normal (15 a 35 ml) acompaña casi constantemente a la pericarditis (P) clínica en
la infancia. La sintomatología y las consecuencias fisiopatológicas dependen de la cantidad y
la rapidez de la acumulación de líquido y del estado del miocardio. La acumulación rápida es
peor tolerada, el derrame puede ser serofibrinoso relacionado con sistema inmune y viral si
predominan linfocitos; hemorrágico en trauma, tuberculosis y malignidad; purulento en P. bac-
teriana. Debe obtenerse historia de viajes, antecedentes familiares de trastornos hereditatarios,
enfermedad congénita. Con 2 de 4 de estos criterios puede diagnosticarse pericarditis aguda
(PA): dolor torácico característico, cambios del ECG, frote pericárdico, nuevo o empeoramiento
de derrame pericárdico.
Etiología
Más comunes: Viral; autoinmunes; idiopática 40%-86% en países desarrollados.
Infecciosas: Viral (coxsackie, echovirus, paperas, varicela, virus de Ebstein Barr, citomegalovirus,
sarampión, adenovirus, VIH, parvovirus b19), bacteriana, poco frecuentes (
Staphylococcus aureus,
neumococo, meningococo, gonococo,
haemophilus,
turalemia, borreliosis,
chlamydia,
tuberculo-
sis,
salmonella
), fúngica; parasitaria (toxoplasma, equinococo).
Enfermedad sistémica: Kawasaki, enfermedad reumática, Stevens-Johnson.
Mesenquimopatías: lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, poliarteritis nodosa,
dermatomiositis, síndrome de Reiter, esclerodermia.
Neoplasias: primarias o metastásicas, linfomas, leucosis, rabdomiosarcoma; secundarias al
tratamiento antineoplásico.
Urémica.
Síndrome pospericardiotomía (SPP), quilopericardio, síndrome postinfarto miocardio.
Secundaria a afecciones de los órganos vecinos.
Enfermedades metabólicas, endocrinas.
Problemas neonatales: Asfixia neonatal, hydrops fetal, prematuridad < 36 semanas de gesta-
ción, peso < 2.500 g, paciente de < de 31 días.
Otras: Trauma (mayor riesgo), radiaciones, fármacos (anticoagulantes (mayor riesgo), difenilhi-
dantoína, procainamida, penicilina, hidralacina, isoniacida, doxorubicina, daunorubicina, dantro-
leno), quilopericardio, talasemia, mixedema, iatrogénica (inserción de línea central o marcapaso,
post resucitación cardiopulmonar).
Clínica
Los síntomas pueden iniciarse una semana antes como
flu-like
con malestar general, debili-
dad muscular, vómitos (32%), fiebre (55%) unos días antes (fiebre alta es de mayor riesgo), tos,
dificultad respiratoria progresiva. El niño puede apuntar hacia la parte media izquierda del pecho,
puede haber taquicardia con o sin desaturación de oxígeno, palidez, taquipnea, crujido en las ba-
ses pulmonares, ritmo de galope con ruidos cardíacos disminuidos, hepatomegalia. Dolor (95%),
de intensidad y localización variable, retroesternal y precordial izquierdo, irradiación a cuello,
trapecios o epigastrio, o sin irradiación, aumenta al acostarse, con la tos, la inspiración profunda o