

HIPERTENSIÓN / 2015 / VOL. 20
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INTRODUCCIÓN
FÁRMACOS ANTIHIPERTENSIVOS:
¿EN QUÉ HORARIO RECETARLOS?
Unidad de Cardiología
Hospital Clínico FUSAT. Rancagua.
En estudios internacionales se ha pesquisado que la mayoría de las veces (92% de los
casos) se prescriben los medicamentos antihipertensivos (antiHTA), preferentemente en la
mañana. Esto, sin un fundamento científico, sólo por razones prácticas, basado en una mejor
adherencia al tratamiento.
Si es por controlar la elevación matutina de la presión arterial (Morning Surge), momento
crítico del día, al tomar los medicamentos con el desayuno, se está actuando después de
ese momento crítico (habría que despertarse a las 4 ó 5 de la madrugada para tomar la
medicación matutina), por lo tanto, ese fundamento no es válido.
La presión arterial (PA) sigue un patrón circadiano, presentando marcadas variaciones a lo
largo de las 24 horas, con cifras de PA más elevadas durante el día y más bajas por la noche,
variando en promedio más de 50 mmHg, lo que echa por tierra el antiguo concepto de que
la PA debe permanecer uniforme y estable a lo largo de las 24 horas del día.
Estas variaciones circadianas de la PA, representan, por una parte, la influencia de factores
internos, tales como factores étnicos, género, tono del sistema nervioso autónomo, niveles
de hormonas vasoactivas y variables hematológicas y renales. La PA es también afectada por
una variedad de factores externos, incluyendo humedad, temperatura ambiental, actividad
física, estado emocional, consumo de alcohol/cafeína, dieta y rutina sueño/despertar.
En relación a estas variaciones circadianas, y basado en un fundamento científico, se ha
intentado mejorar y optimizar el tratamiento antihipertensivo, eligiendo el mejor horario (tiempo)
de administración de los fármacos (cronoterapia), sincronizándolo con el perfil circadiano de
cada paciente, considerando también, las posibles modificaciones en la farmacocinética y
farmacodinámica de los fármacos antihipertensivos en función de su hora de administración;
para con ello, optimizar la efectividad terapéutica (aumentar la eficacia y reducir o eliminar
los posibles efectos secundarios).
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Dr. Héctor Díaz Yarrá