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HIPERTENSION / 2013 / VOL. 18

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Sólo se puede plantear un tratamiento quirúrgico durante el embarazo en caso que no se logre un

buen control de las cifras tensionales. Se recomienda interrupción mediante operación cesárea para

evitar las alzas tensionales de la maniobra de Valsalva. En el posparto hay que agregar antibióticos

para prevenir endocarditis.

Feocromocitoma

Si bien es una causa infrecuente de hipertensión arterial (1%), su búsqueda se justifica

por la alta morbimortalidad materna y fetal que provoca. Se ha descrito una mortalidad materna

y fetal del 40-50 % frente a la falta de diagnóstico. Estas cifras contrastan con una mortalidad

materna menor a 5% y una fetal menor a 15% cuando se realiza diagnóstico oportuno y manejo

adecuado durante la gestación. Por lo tanto es fundamental sospechar un feocromocitoma ante

hipertensión estable u ocasional acompañada de: cefalea paroxística intensa, sudoración profusa,

taquicardia y/o arritmia, intolerancia al calor, alteraciones del carácter, constipación y descenso

de peso. El diagnóstico se realiza mediante la comprobación del exceso de catecolaminas o sus

derivados, las metanefrinas, en plasma y orina.

(20)

Si bien el feocromocitoma se encuentra mayoritariamente en las glándulas suprarrenales,

puede localizarse en el recorrido de migración del tejido cromafín, desde la base del cuello a la

bifurcación de la aorta, por lo que se requiere definir su localización. El estudio ultrasonográfico

permitirá detectar masas tumorales grandes, pero si no se logra pesquisar el tumor, puede emplearse

resonancia nuclear magnética.

En el primer trimestre la cirugía aumenta el riesgo de aborto, por lo que se recomienda

la extirpación quirúrgica en el segundo trimestre, ya que es muy difícil ofrecer buen control de las

cifras tensionales por un período prolongado. La cirugía laparoscópica sólo puede ser realizada

por equipos con amplia experiencia en la extracción de feocromocitomas con esta técnica. En el

tercer trimestre se prefiere el tratamiento farmacológico, con bloqueadores alfa y betaadrenérgicos

(dozaxocina asociado a betabloqueador o labetalol) en las dosis necesarias para mantener la

presión arterial y la frecuencia cardíaca dentro de límites aceptables.

Al lograrse la madurez fetal, puede interrumpirse el embarazo mediante operación cesárea,

ya que debe evitarse el trabajo de parto por la importante elevación de la presión intraabdominal

que implica. Esta intervención debe realizarse idealmente en un centro quirúrgico con extensa

experiencia en esta patología, bajo estricta monitorización de la presión arterial, presión venosa

central, electrocardiograma y diuresis pues la intubación y los cambios de presión intraabdominal

pueden provocar liberación de catecolaminas. En la misma intervención puede proseguirse con

exploración quirúrgica para buscar tumores en áreas suprarrenales y trayecto de migración del

tejido cromafín. En casos de que esta exploración fuera negativa, es necesario continuar con el

bloqueo alfa y beta, para en el posparto continuar con exámenes de localización, como tomografía

axial computarizada y cintigrafía con I131MIBG.