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aquellos que presentan al menos un pariente

de primer grado (padre, madre o hermano)

con EA documentada. Pasando a ser estos

individuos los sujetos objetivos de la prevención

primaria, por ende de este artículo.

La primera medida a analizar será la influencia

de una dieta de exclusión del alérgeno por

parte materna tanto en el embarazo como en

la lactancia. Actualmente, la evidencia no avala

ninguna de estas conductas, ya que no se ha

podido demostrar una reducción sustancial de

la incidencia con ninguna de estas medidas,

además del riesgo nutricional al que pueden

estar sujetos tanto la madre como el feto, pero

aún falta evidencia clara sobre el real impacto

en este último punto

(5)

. American Academy of

Pediatrics (AAP) en su resolución del año

2000

aún recomendaba realizar una dieta con exclusión

del alérgeno durante el primer trimestre de

lactancia. Los grupos Europeos: ESPACI (European

Society for Paediatric Allergology and Clinical

Immunology) y ESPGHAN (European Society for

Paediatric Gastroenterology, Hepatology and

Nutrition) ya no realizaban esta recomendación.

En el año

2008

la AAP retira esta recomendación

por falta de evidencia

(6)

.

Al revisar la información disponible sobre el tipo

de alimentación que recibe el menor de

6

meses

y su influencia en el desarrollo de la APLV, se

observa que la lactancia materna exclusiva (LME)

mayor o igual a

4

meses sigue siendo la mejor

opción, dado que existe una menor incidencia en

el desarrollo de la alergia a

18

meses

(7)

. Además

constituye un soporte óptimo para el crecimiento,

potencia las funciones inmunológicas, estimula

el crecimiento de la flora bacteriana intestinal y

aumenta el lazo afectivo madre-hijo. De no ser

posible una LME la fórmula indicada para un

niño de alto riesgo es una fórmula parcialmente

hidrolizada (pHF) o extensamente hidrolizada

(eHF), sin grandes diferencias en su efecto

preventivo. La pHF es demenor costo ymejor sabor,

lo que la hace una mejor elección, cabe recordar

que es una indicación preventiva (porque el niño

con el diagnóstico de APLV tiene contraindicación

de usar esta fórmula, siendo la correcta una

fórmula extensamente hidrolizada)

(2, 6, 8)

.

Actualmente existe la duda si es mejor iniciar una

dieta normal sin restricciones después de los

4-6

meses, o bien, retardar la introducción de la PLV

cuando existe alto riesgo. La evidencia actual

no muestra una reducción en la incidencia con

una introducción después de los

4-6

meses

(9,10)

,

incluso algunos autores refieren que podría

existir un efecto protector al hacerlo a esta

edad ya que permitiría crear mayor tolerancia

cuando la alergia es mediada por IgE, pero faltan

más estudios al respecto

(11)

.

CONCLUSIÓN

Según la revisión realizada se puede concluir que

ésta es una patología emergente con predominio

en países desarrollados y en vías de desarrollo

al igual que el resto de las EA. Por esto es

importante identificar a los sujetos de riesgo y

manejar la prevención primaria, ya que se logra

una disminución considerable en su incidencia.

Los sujetos de alto riesgo son aquellos con

antecedentes familiares de primer grado con EA,

independiente cual sea. En este momento, ya que

las recomendaciones han cambiado en los últimos

10

años y probablemente lo sigan haciendo,

podemos concluir que las medidas existentes

para la prevención primaria de la APLV son:

Noviembre

2012.

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