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adecuada del servicio de tisiología, servicio al que

se le dio el nombre de Santa Margarita y que fue

inaugurado a fines de

1939

.

Los años

1938

y

1939

marcan otra época en el

desarrollo del Hospital Manuel Arriarán. Mediante

la obtención de fondos extraordinarios se abordan

adaptaciones, reparaciones y transformaciones

sustanciales. En aquella época se crean dos

unidades clínicas, lacirugíaylaotorrinolaringología,

se independiza materialmente el servicio de

tisiología y se abordan trabajos de reparaciones

que comprenden el policlínico general, el servicio

de anatomía patológica y las dependencias del

personal. La sección de cirugía, instalada como

ha quedado dicho, en carácter de provisorio en

el segundo piso del Pabellón Valentín Errázuriz,

mantenía su policlínico en el edificio del policlínico

general; con ello se perdía unidad de acción y

se desconocía la correlación necesaria entre los

servicios quirúrgicos y su consultorio externo.

Sobre la base de esta observación se concibió y

se realizó el traslado del policlínico quirúrgico al

primer piso del Pabellón Valentín Errázuriz, en el

local que se destinaba a dormitorios de la Escuela

de Enfermeras, local que comunica directamente

por ascensor con la sección de hospitalizados

quirúrgicos. La situación del servicio de

otorrinolaringología era en aquella época todavía

mas precaria; con su consultorio externo ubicado

en el policlínico general, donde se hacía operatoria

y con su sala de hospitalizados en la sección cirugía,

sin duda que vino a complementar transitoriamente

la mejor atención de la clientela hospitalaria,

fue ampliada en el año

1920

con la instalación

transitoria de

50

camas para la sección cirugía, en

los altos del policlínico Germán Riesco; con ello

se desfiguraba en parte el plan general ideado

para los servicios de policlínico, pero se atendía

una impostergable necesidad.

Las transformaciones y adaptaciones a que nos

hemos venido refiriendo, se traducían en un

paulatino aumento del número de camas del

Hospital. El número de ellas era en el año

1938

de

296

. La creación de la Unidad de

Otorrinolaringología y del Servicio de Tuberculosos

logró de inmediato un aumento de

40

camas (

12

en otorrino y

28

en tuberculosis).

A la par que las transformaciones materiales,

preocupaba nuestra atención la organización

interna del Hospital. Convencido de que una

Residencia médica bien organizada constituye

la mejor garantía de una atención correcta,

continua y eficiente, enfocamos el problema

de su reorganización. En los primeros años de

vida del Hospital las tareas de residente fueron

desempeñadas de hecho por el médico jefe del

establecimiento. Posteriormente se crearon dos

cargos de residente, un internista y un cirujano.

En el año

1938

los residentes llegaron a ser tres,

y que ejercían sus funciones en días alternos. El

primer paso dado en beneficio de la reorganización

de la residencia del Hospital fue la creación de

una cuarta plaza de médico con el fin de lograr

la creación de un equipo de dos internistas y dos

cirujanos, y de implantar el servicio de residencia

sobre la base de turnos cortos y sucesivos; fue

así como a partir del año

1939

la residencia fue

ejercida por cuatro médicos y según el sistema de

relevos. Siempre con el objeto de lograr un mayor

perfeccionamiento para este servicio y sobre la

base de la observación de los hechos diarios que

ocurrían, principió a hacerse camino en aquella

época la idea de fundar un servicio de guardia

permanente y de primeros auxilios sobre la base

del personal de médicos residentes en funciones.

La idea encontró nuevo fundamento en los

frecuentes reclamos interpuestos por la Asistencia