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5

Agosto

2012.

Volumen

11

-

N

°

50

con el problema de las nodrizas que traducía

un verdadero rompecabezas para la disciplina

interna hospitalaria. La iniciativa partida del

Hospital Manuel Arriarán encontró imitadores

en otros establecimientos similares y a la

fecha funcionan otros dos lactarios, uno en el

Hospital Calvo Mackenna y otro en el Hospital

Roberto del Río. Mediante el funcionamiento

de estos servicios se ha logrado la solución

definitiva del suministro de leche para los

hospitales de niños y se ha abierto las puertas

para que los particulares se beneficien de una

dietética insustituible como es la que representa

el suministro de leche humana.

El año

1924

marca una fecha importantísima en

el desarrollo del nuevo hospital; se habilitan

entonces los servicios de lavandería y cocina en

un pabellón independiente que llevará el nombre

del Presidente Arturo Alessandri, el Servicio de

Anatomía Patológica y Laboratorio instalados en el

pabellón Alejandro del Río, el Instituto de Rayos X,

el Pabellón Valentín Errázuriz destinado a la

sección medicina interna y las subsecciones de

enfermedades infecto-contagiosas.

El Pabellón Valentín Errázuriz sigue constituyendo

hasta la fecha el departamento más amplio e

importante del establecimiento y el que alberga el

mayor número de servicios. Terminado en el año

1924

e inaugurado en octubre de ese año, con

ocasión de la celebración del Congreso del Niño,

no fue definitivamente habilitado sino a mediados

del año

1925

. Las necesidades del Hospital y la

interrupción del plan general de construcciones

del establecimiento ha hecho necesario instalar

en un solo pabellón, que fue primitivamente

planeado para servir a la sección de Medicina

Interna, servicios tan heterogéneos como el de

lactantes, niños mayores, cirugía, policlínico de

cirugía y anexos, posta infantil, biblioteca, aula

de clases y pensionado. Todos estos servicios y

reparticiones cumplen en la actualidad sus

funciones en forma por demás precaria, debido

a la estrechez del local. En el año

1925

fueron

trasladados al Pabellón Valentín Errázuriz los

servicios de hospitalización de lactantes y niños

mayores que estaban provisoriamente instalados

en el edificio viejo y las camas de cirugía

habilitadas en el policlínico Germán Riesco; con

ello se dio un paso importantísimo en la

organización del Hospital.

Desde aquel entonces y hasta el momento actual,

se han creado en el hospital muchos servicios

que no fueron consultados en el plan primitivo.

En

1935

y por iniciativa del Dr. Arturo Baeza Goñi

se fusionó una unidad con el consultorio externo

correspondiente.

La atención de los enfermos tuberculosos se hizo

desde la inauguración de los pabellones en el

servicio de infectocontagiosos. La observación

continuada de la modalidad de atención de estos

enfermos llevó a nuestro espíritu la convicción

de que era necesario dar a este servicio un

carácter de independiente, ello en atención a la

gravedad que entraña para tales enfermos su

contagio con enfermedades infecciosas agudas.

Nos dimos entonces a la tarea de buscarle una

ubicación adecuada y decidimos su instalación

en aquella parte del edificio viejo que servía a

la carpintería, al taller de pintura y a habitación

de empleados de servicio y de nodrizas; estas

últimas fueron definitivamente eliminadas con

ocasión del funcionamiento del lactario.

Fundamentales reparaciones fue necesario

abordar para lograr una instalación más o menos