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En diciembre de 2019, el brote de una nueva cepa de coronavirus en Wuhan, China, despertó preocupación. Poco tiempo después el patógeno fue denominado SARS-CoV-2 y la enfermedad que provoca, COVID-19, se convirtió en pandemia en marzo de 2020. Ahora, la irrupción de un desconocido agente infeccioso vuelve a activar las alarmas del Programa de Monitoreo de Enfermedades Emergentes (ProMED), sistema de vigilancia de la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas [1].

Se trata de una neumonía atípica infantil que ha desbordado las salas de espera en hospitales de Beijing y de la provincia de Liaoning. ¿Los síntomas? pirexia y aparición de nódulos pulmonares. Los afectados no presentan tos y muchos son asintomáticos. La rapidez de los contagios, su posible origen zoonótico y la poca información disponible generan incertidumbre.

Dudas y certezas

Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) [2] solicitó a China información epidemiológica y clínica adicional a través del mecanismo del Reglamento Sanitario Internacional, así como los resultados de los análisis realizados, las autoridades de ese país aseguran no haber detectado patógenos inusuales o nuevos tras el aumento de enfermedades respiratorias, por lo que los cuadros se deberían a “gérmenes estacionales típicos”. Por ahora, los esfuerzos se concentran en confirmar si el brote se relaciona con la bacteria Mycoplasma pneumoniae.

“Es tratable con antibióticos y suele encontrarse en espacios cerrados como colegios. La mayoría de los casos son leves y se resuelven sin tratamiento. Por eso, resulta extraño la saturación de hospitales, pero en China todo ocurre a lo grande”, comenta Salvador Peiró, especialista en medicina preventiva y salud pública de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de España, en el medio El Confidencial [3]. El problema, tal como ocurrió en 2019, es la escasa información que proporcionan desde el gigante asiático, aunque preliminarmente se considera poco probable que la situación desencadene una crisis global.

Los datos concretos refieren que, a partir de mediados de octubre, en el norte de China se registra un importante incremento de enfermedades respiratorias que presentan síntomas similares a una gripe, en comparación a las cifras reportadas durante tres años anteriores en la misma fecha. Aún no está claro si este brote de neumonía se vincula al incremento general de infecciones respiratorias o se trata de eventos aislados y sin relación directa.

“Esto podría estar relacionado con el aumento de Mycoplasma en China o ser consecuencia de otras infecciones respiratorias como el virus sincitial respiratorio, COVID-19 o la influenza. Lo fundamental, en cualquier caso, es la necesidad de obtener información detallada y precisa. Sin ella, es difícil establecer un diagnóstico y tomar las medidas pertinentes”, enfatiza en su cuenta de X [4] la doctora Krutika Kuppalli, especialista en emergencias sanitarias de la OMS.

Sin restricciones

Las autoridades chinas decidieron cambiar su estrategia de manejo de la COVID-19 y, entre otras medidas, eliminaron los estrictos confinamientos que caracterizaban su política sanitaria. Este levantamiento de restricciones se habría traducido en una mayor circulación de agentes infecciosos. “Es probable que, tras varios años sin presencia importante de gripe o virus respiratorio sincicial, ahora estén en pleno repunte de todo, incluyendo el propio COVID. Los niños no han estado expuestos a este tipo de virus y tampoco cuentan con inmunización”, agrega el doctor Peiró.

Epidemiólogos plantean que enfrentar este primer invierno sin restricciones pudo llevar a un incremento general de todas las infecciones respiratorias causadas por virus y bacterias. Además, consideran clave determinar las circunstancias que propiciaron este brote, aunque todo apunta a que se habría originado en un entorno escolar.

En tanto, la Comisión Nacional de Salud de China atribuye el aumento de enfermedades respiratorias a la neumonía por micoplasma, la influenza y SARS-CoV-2. En declaraciones a El Mundo [5], el epidemiólogo de la Universidad de Hong Kong, Ben Cowling, asegura que “se trata simplemente de un incremento estacional relativamente grande, en parte porque existe deuda de inmunidad por los escasos aumentos invernales de los últimos tres años”.

Mientras la comunidad médica y científica se encuentra a la espera de información concreta, la OMS entregó una serie de recomendaciones a los habitantes de China destinadas a reducir el riesgo de contagio. Vacunarse contra la gripe, mantener la distancia, evitar el contacto con otras personas durante el periodo de enfermedad, realizar pruebas diagnósticas, utilización de mascarillas, ventilar espacios cerrados y practicar una higiene de manos rigurosa son parte de una lista que muchos ya deseaban olvidar.

Referencias
[1] Neumonía no diagnosticada - China: (Beijing, Liaoning) Niños, epidemia reportada, solicitud de Información https://promedmail.org/promed-post/?id=8713261
[2] Declaración de la OMS sobre los brotes de enfermedades respiratorias en niños en el norte de China. https://www.who.int/es/news/item/22-11-2023-who-statement-on-reported-clusters-of-respiratory-illness-in-children-in-northern-china
[3] El misterioso brote de neumonía en niños en China muestra todo lo que aún falla tras el covid. https://www.elconfidencial.com/tecnologia/ciencia/2023-11-24/brote-neumonia-infantil-china-fallos-covid_3780370/
[4] Kuppalli, K. [@KrutikaKuppalli]. (22 de noviembre de 2023). I understand concerns over reports of #pneumonia in children in China but we need to gather more information about what is happening [Tweet]. https://twitter.com/KrutikaKuppalli/status/1727370997219938567?s=20
[5] China responde a la OMS que no ha detectado "patógenos inusuales o nuevos" después del aumento de enfermedades respiratorias. https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2023/11/24/656052bde9cf4a9e048b45e1.html

Por Óscar Ferrari Gutiérrez