REM: la etapa creativa del sueño
Científicos, compositores, matemáticos y poetas pertenecen a áreas completamente distintas, pero tienen un denominador común: sus inventos y creaciones fueron vislumbrados mientras dormían. Tanto Otto Loewi, ganador del premio nobel por su trabajo en transmisión química de los impulsos nerviosos, como Dimitri Mendeleiev, creador de la tabla periódica, confesaron que fue en sueños que desarrollaron sus importantes inventos.
Y no es coincidencia. Un reciente estudio [Proc Natl Acad Sci U S A. 2009 Jun 23; 106(25):10130-4], confirma que la etapa REM del sueño potencia la creatividad a la hora de resolver conflictos.
Las etapas del sueño son cinco. En la primera de ellas el sueño es muy liviano y es fácil despertarse. En las tres siguientes el sueño es un poco más profundo y las ondas cerebrales por lo general son de bajo voltaje. Durante estas cuatro etapas la corteza cerebral, que es la región del cerebro responsable de la mayor parte de las actividades mentales superiores tales como los movimientos voluntarios, el pensamiento, el razonamiento y la memoria, permanece relativamente inactiva. Además, se producen algunos movimientos corporales.
Sin embargo, después llega una quinta etapa del sueño muy distinta a las demás llamada Movimientos Oculares Rápidos o REM (por sus siglas en inglés). En esta etapa la corteza cerebral presenta gran actividad y si se despierta a la persona lo más probable es que recuerde haber estado soñando. El pulso se acelera, la respiración se hace irregular y los ojos se mueven lado a lado bajo los párpados cerrados.
El mencionado estudio, realizado por investigadores de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, demostró que es precisamente en esta fase REM donde las personas tienen una mayor creatividad en la resolución de problemas. Si bien existen investigaciones anteriores que demuestran que la solución de problemas es más efectiva en estados metales como el sueño o la reflexión en silencio, ninguno explora los mecanismos subyacentes.
Por ello, lo que este estudio descubrió fue que la etapa de Movimientos Oculares Rápidos genera la formación de redes de asociación y que también favorece la integración de información nunca antes asociada en el cerebro. Es decir, a pesar de que se conoce que el paso del tiempo es suficiente para ayudar a resolver problemas en los que ya se ha trabajado, “sólo la fase REM potencia la creatividad cuando se trata de nuevos conflictos”, explica una de las investigadoras en la página de PNAS.
También se analizó si había alguna incidencia en la memoria de los participantes, pero no hubo diferencias entre los tres grupos.
El experimento
Los investigadores norteamericanos reunieron a 77 personas entre 18 y 35 años sin antecedentes de problemas neurológicos o psicológicos, con el objetivo de averiguar si el sueño mejora la capacidad de resolver problemas de manera imaginativa y si hay alguna fase que interfiera especialmente en el proceso.
A cada uno de ellos le hicieron un test de asociación remota, que consistió en presentar tres palabras al participante y después él debía proponer una cuarta palabra relacionada con las anteriores. Asimismo, las personas en observación se dividieron en tres grupos: uno que durmió siesta con sueño profundo (REM), otro que tuvo un sueño ligero y el tercero que sólo descansó. Se realizó una prueba en la mañana y otra por la tarde.
Los resultados arrojaron que los que alcanzaron la fase REM lo hicieron un 40% mejor que los otros dos grupos. La causa de este mejor rendimiento aún está en investigación, pero lo que sí se puede asegurar es que sólo la fase REM potencia la creatividad cuando se trata de conflictos nuevos.
De esta manera, los investigadores aseguran que una interpretación fluida es la puerta de entrada a una mente creativa y relacionaron las conclusiones de su estudio con la frase recomendada por el Nobel Friedrich A. Kekule: “permítannos aprender a soñar”.
