Se dice que "el desayuno es la comida más importante del día". Sin embargo, esta afirmación se sigue cuestionando en la actualidad. Al mismo tiempo, prácticas como el ayuno intermitente son cada vez más populares debido a reportes sobre pérdidas de peso.

Según el doctor Francisco López-Jiménez, cardiólogo de Clínica Mayo, el problema radica en que existen múltiples formas de realizar este tipo de ayuno. Comer sin limitarse durante cinco días y no comer por dos días completos, restringirse los alimentos entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde o simplemente saltarse el desayuno son algunas de ellas.

Diversos estudios han demostrado que las personas que no desayunan tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (ECV). Incluso, una investigación reciente reveló que el ayuno intermitente duplica el riesgo de mortalidad por ECV.

Si bien la pérdida de peso a través de este método trae beneficios para la salud, también se deben tener en consideración los efectos de saltarse alguna comida. El aumento de las hormonas del estrés puede incrementar la presión arterial y la adrenalina, causando más problemas que ventajas.

Por ello, el especialista de Clínica Mayo asegura que la mejor respuesta para un paciente que pregunta por el ayuno intermitente es: "Todo depende". No cenar o almorzar, ingerir alimentos livianos o intentar no comer muy tarde puede ser positivo. Sin embargo, pasar un periodo prolongado sin comer no necesariamente lo es.

La supervisión de un profesional de salud puede hacer la implementación de este tipo de ayuno más segura. Sin embargo, no se recomienda para pacientes con problemas al corazón o un historial de ECV.