Renuevan enfoques para el tratamiento del síndrome coronario agudo
En colaboración con distintas organizaciones médicas, el Colegio Estadounidense de Cardiología y la Asociación del Corazón presentaron una guía actualizada en la materia.
Dolor en el pecho, falta de aire y mareos son algunas de las manifestaciones del síndrome coronario agudo (SCA), que se define como una reducción repentina del flujo sanguíneo al músculo cardíaco.
Con la incorporación de evidencias y recomendaciones actualizadas en la materia, el Colegio Estadounidense de Cardiología y la Asociación Estadounidense del Corazón publicaron la Guía 2025 para el Tratamiento del Síndrome Coronario Agudo.
"Los pacientes con SCA tienen el mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares tanto agudas como crónicas, lo que pone de relieve la importancia de mantenerse actualizado sobre la evidencia más reciente presentada en esta guía", destaca Sunil V. Rao, director de Cardiología Intervencionista en NYU Langone Health en Estados Unidos y presidente del comité de redacción del documento.
Además de los avances en el manejo de esta condición, la guía recopila actualizaciones en atención farmacológica y procedimental. Particularmente, centrándose en el tratamiento de la angina inestable e infarto de miocardio.
La terapia antiplaquetaria dual -aspirina más un inhibidor de P2Y12- se utiliza para reducir el riesgo de ataques cardíacos recurrentes. Sin embargo, también puede aumentar las posibilidades de sangrado en algunos pacientes. Para aquellos sin este efecto secundario, se recomienda durante al menos 12 meses después del alta hospitalaria.
Para la intervención coronaria percutánea, el manual sugiere el abordaje radial por sobre el femoral. Esto, con el fin de reducir sangrado, complicaciones vasculares y muerte.
Aproximadamente el 10% de los pacientes con esta afección sufren de shock cardiogénico, que se asocia con una tasa de mortalidad temprana del 40% al 50%. Por esto, se recomienda la revascularización rápida para su tratamiento y se consideran nuevas terapias como la bomba de flujo microaxial.
Para la prevención secundaria tras un SCA, el proceso de recuperación resulta fundamental. De esta manera, la guía explica la importancia de estrategias para reducir la progresión, recurrencia o complicaciones.
