Modelos de gestión de emergencias en salud
La reducción de riesgos en situaciones de desastre es clave para el óptimo desempeño hospitalario. Existen distintas experiencias a nivel latinoamericano y paraguayo.
El sistema de comando de incidentes (SCI) es una iniciativa que estandariza procedimientos de control de personal, instalaciones, equipamiento y comunicaciones, utilizando una terminología común, implementada por distintas instituciones con la finalidad de gestionar adecuadamente situaciones de riesgo o desastres, causadas por la naturaleza o el hombre.
Es un concepto que surgió en la década del 70 en Estados Unidos, a partir de una serie de incendios forestales de gran magnitud que afectaron al estado de California. Desde entonces se ha extendido a diversas áreas, siendo incorporada por recintos de salud para reaccionar frente a emergencias que los puedan afectar.
Al respecto, Luisa Alfaro, consultora de la Oficina de Asistencia para Desastres en el Extranjero y Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID/OFDA), explica que “el SCI cuenta con una serie de herramientas para desenvolverse frente a todo lo que acontece en un hospital o centro de salud en situaciones límite. La sugerencia es ensayar y practicar, para que el día del evento el sistema funcione, integrando todo lo aprendido previamente”.
Según la asesora costarricense para América Latina y El Caribe en gestión de riesgos y desastres, “el sistema de comando de incidentes es aplicable a todo acontecimiento que se registre al interior de un recinto de salud, desde la rotura de una tubería o el colapso de un paciente en sala de espera, hasta un gran incendio o terremoto”.
Paraguay ha realizado una labor especial para el adecuado manejo de este tipo de situaciones, más aún si se considera que es uno de los países de la región con mayor cantidad de fenómenos hidrometeorológicos (lluvias torrenciales, inundaciones, tormentas eléctricas, vientos fuertes y tornados), además de otros eventos como incendios forestales.
Por lo mismo, el Ministerio de Salud y Bienestar Social implementó hace algunos años la Coordinación de Asistencia Sanitaria en Emergencias y Desastres (ASANED), grupo de trabajo cuya misión es reducir al mínimo los daños producidos por una emergencia, tanto en la salud de las personas como en las inversiones del sector. La finalidad es mejorar la capacidad institucional para responder de forma oportuna y eficiente ante situaciones de riesgo extremo.
En este contexto, Alejandro Santander, asesor para América del Sur del Programa de Emergencias y Desastres de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud OPS/OMS, subraya que existen tres ejes básicos a considerar en casos de emergencias y desastres: “contar con recursos humanos capacitados, tener planes de preparación, respuesta, mitigación, mejoramiento y mantenimiento de la infraestructura, y disponer de recursos financieros suficientes para ejecutar las acciones previstas”.
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