Manejo de trastornos respiratorios del sueño
Entre 15% y 18% de la población sufre apnea sin estar diagnosticada. Hospital de Clínicas reinició el estudio y tratamiento de pacientes en laboratorio especializado.
La apnea del sueño es un trastorno común y grave caracterizado por interrupciones constantes en la respiración durante todo el ciclo del sueño. Estas son causadas por la contracción de los tejidos blandos de la vía respiratoria, lo que evita que el oxígeno llegue a los pulmones. Cuando la persona vuelve a respirar es habitual que emita un ronquido o ruido fuerte.
Estos episodios, que pueden durar desde unos segundos hasta dos minutos llegando a producirse treinta o más veces por hora, impactan la salud física y mental de quienes los padecen, comprometiendo severamente su calidad de vida.
La apnea forma parte de la enfermedad conocida como Síndrome de apnea-hipopnea del sueño. Los afectados se sienten somnolientos y fatigados y se exponen a trastornos cognitivo-conductuales, respiratorios, cardiovasculares, metabólicos e inflamatorios. Incluso a accidentes del tránsito.
De acuerdo con especialistas, si no es tratada oportunamente puede generar complicaciones cardiovasculares como hipertensión arterial sistémica, arritmias cardíacas, insuficiencia cardíaca e infarto agudo de miocardio. A nivel neurológico, accidentes cerebrovasculares, enfermedad de Parkinson y Alzheimer.
“El paciente con apnea está muy cansado y con mucho sueño durante el día, por la mala calidad del descanso. Se vuelve irritable, tiene cefalea matutina, puede tener trastornos neurocognitivos como déficit de atención, cambios en la memoria, en la concentración y aprendizaje. El trastorno incluso puede generar disfunción sexual en los hombres y síndromes depresivos en los casos más severos”, explica el doctor Luis Montaner, jefe de la Unidad de Trastornos Respiratorios del Sueño, dependiente de la Cátedra de Neumología de Adultos de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción.
Entre 15% y 18% de la población tiene esta condición y la mayoría no lo sabe. Por eso es importante diagnosticar en fases tempranas e iniciar un tratamiento. En este contexto, el Hospital de Clínicas habilitará nuevamente la Clínica del Sueño. “Se está reactivando el servicio de polisomnografía, un examen que sirve para diagnosticar trastornos respiratorios del sueño, siendo el más frecuente el síndrome de apnea obstructiva”, comenta.
Para realizar el estudio el paciente debe dormir una noche en el recinto asistencial. Para esto, la Cátedra de Neumología cuenta con el Laboratorio del Sueño, infraestructura especialmente acondicionada para determinar las variables cardiorrespiratorias mediante sensores. Tras ocho horas de evaluación, el usuario puede retornar a su domicilio.
Con este examen se establece cuántas pausas respiratorias presenta el paciente por hora para así clasificar su apnea como leve, moderada o grave. En base a ese diagnóstico se inicia un tratamiento específico con presión positiva continua en la vía aérea superior, a través de un equipo CPAP.
“El dispositivo envía aire a presión positiva a través de una mascarilla y este lo que hace es formar un túnel, un manguito neumático en la porción de la garganta que es la que colapsa, por lo tanto, la estabiliza. Con esto el paciente deja de roncar y disminuye o finaliza la apnea, normalizando su calidad de sueño. Ya no tiene somnolencias diurnas, mejora su humor, memoria y evita posibles complicaciones cardiovasculares”, destaca el doctor Montaner.
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