Aumenta resolución en salud visual infantil
El Hospital Distrital de Tomás Romero Pereira intervino por primera vez a dos niños con diagnóstico de catarata congénita. Ambos se recuperan satisfactoriamente.
La catarata congénita se define como cualquier opacidad del cristalino presente al nacimiento o en la infancia temprana. Pueden ser unilaterales o bilaterales, ir acompañadas de otras anomalías oculares y en su mayoría son hereditarias, aunque también se deben a infecciones intrauterinas, síndromes cromosómicos, enfermedades metabólicas y renales.
Cuando afecta el desarrollo visual del niño y compromete el área pupilar requiere abordaje quirúrgico inmediato. Sin embargo, la cirugía no está exenta de complicaciones y riesgos, por lo que debe ser realizada por un equipo altamente capacitado.
De acuerdo con especialistas, el periodo más adecuado para tratar una catarata congénita bilateral es antes de las 10 a 12 semanas de vida. En el caso de las unilaterales, no se debe esperar más de 6 a 8 semanas. Dentro de estos márgenes se obtienen mejores resultados.
Tras el paso por pabellón, donde se extrae la catarata mediante técnicas de aspiración, se inicia un proceso de rehabilitación basado en corrección óptica y parches. El objetivo es recuperar la ambliopía u ojo vago, proceso que se puede extender por toda la infancia.
En este contexto, el Hospital Distrital de Tomás Romero Pereira, perteneciente a la VII Región Sanitaria – Itapúa, intervino con éxito a dos niños -de 7 y 9 años- de Misiones. "Por primera vez estos niños pueden ver plenamente. Es un cambio que transformará sus vidas y futuro", comentó el doctor Emanuel Marco Bogado, jefe del Servicio de Oftalmología.
"Se hizo un esfuerzo importante para lograr trasladar a estos menores. Es un paso adelante en cuanto a resolutividad, lo que nos deja muy satisfechos y con deseos de seguir contribuyendo a una mejor salud visual de la población", aseguró la doctora Teresita Vega, directora del recinto asistencial.
