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“Si toda la ciudadanía cumple con las reglas sanitarias, la evolución de la pandemia en los próximos meses será muy positiva. En comparación a otros países, si vemos la cantidad de infectados y mortalidad, hemos hecho un buen trabajo”. Es la opinión del doctor Ricardo Iramain Chilavert, profesor titular de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y jefe del Departamento de Emergencias Pediátricas del Hospital de Clínicas, tras cuatro meses de la confirmación del primer caso de COVID-19 en territorio nacional.

Según el ex presidente de las sociedades Paraguaya de Terapia Intensiva y Emergencias Pediátricas y Latinoamericana de Cuidados Intensivos Pediátricos, “aunque nos hemos preparado bien, no siempre es suficiente, pero con la comprensión y ayuda de todos, lo estamos logrando. Nadie a nivel mundial estaba listo para enfrentar este virus”.

- ¿Qué medidas de prevención se adoptaron para proteger a la población pediátrica?

Las políticas sanitarias y reglamentaciones, como lavado de manos, uso de mascarillas y distanciamiento físico han constituido la piedra angular de la prevención. Hemos trabajado fuertemente en esto, mientras esperamos la aparición de una vacuna efectiva. En el Hospital de Clínicas nos preparamos desde el comienzo, previendo todas las posibles circunstancias adversas que puedan aparecer. 

- En general las complicaciones y fallecimientos en niños a causa del SARS-CoV-2 son bajas. No representan un grupo de riesgo, pero sí se le identifica como agentes altamente transmisores…

Esta pandemia básicamente es de adultos y muy poca afectación en niños. Existen varios argumentos en relación al tema: pocos receptores desarrollados AC2 en pacientes pediátricos, lo que hace una disminución en la afinidad de la COVID-19. También aspectos vinculados a la inmunidad, teniendo ellos más exposición a los virus respiratorios, tornándose de esta manera más resistentes. Según el último informe preliminar del Instituto Pasteur de Francia, en los menores entre 6 a 11 años se ha encontrado muy poco poder de transmisión del SARS-CoV-2 en la escuela, ya sea a sus compañeros y a los adultos. Esto es un dato tranquilizador para los países que están retornando a clases.

- ¿Por qué algunos niños con COVID-19 podrían tener una evolución ser más severa?

Se piensa que la evolución de algunos casos es más grave por factores genéticos, o la probable existencia de una respuesta inmunitaria exagerada a la infección. Se debe estar alerta a la presencia de fiebre, diarrea, dolor abdominal, agitación, decaimiento.  Existe un protocolo especial para casos pediátricos.

- ¿Cómo se han comportado otros virus respiratorios estacionales?

Como consecuencia de la larga cuarentena escolar, este año ha existido poca circulación de virus respiratorios estacionales. Eventualmente, podría darse una coinfección del SARS-CoV-2 con otros patógenos.

- Se ha reportado una disminución de los controles pediátricos, lo que constituye un riesgo colateral de la pandemia…

Es natural que exista temor al contagio, pero no podemos descuidar este aspecto. Los controles deben continuar con los especialistas de cabecera, para detectar otras enfermedades y mantener actualizado el plan de vacunas.

- El aislamiento expone a los niños a otros problemas como el sedentarismo, mala alimentación, uso excesivo de dispositivos tecnológicos, trastornos del sueño, episodios de miedo y depresión. ¿Cómo visualiza este escenario y de qué forma se puede abordar?

El confinamiento de los niños ha significado un elemento colateral emergente no esperado. Ellos no están preparados para estar encerrados y tener clases virtuales mucho tiempo, los pediatras estamos preocupados porque hay trastornos de conductas, y varios casos de tipo psicológico, con miedo, depresión y ansiedad.

- En Paraguay se proyecta el reinicio de clases en diciembre, ¿le parece adecuada esta fecha?

Las clases podrían retomarse tal vez en septiembre, eso hay que revaluarlo en su momento de acuerdo a cómo evolucione la pandemia. Uruguay, por ejemplo, ya lo hizo hace varios meses y con buenos resultados. En algunos países europeos los niños también han vuelto al colegio, siguiendo una serie de medidas de seguridad.      

- Usted ha sido director del comité organizador del Seminario de actualización pediátrica, que realiza el Instituto Privado del Niño y del Adolescente (IPN), ¿cree que esta constante puesta al día ha contribuido a un mejor enfrentamiento de la pandemia?

El manejo de enfermedades respiratorias ha sido uno de los temas que hemos abordado con regularidad. Definitivamente, este tradicional encuentro nos ha permitido sumar conocimientos y conocer la experiencia de destacados invitados, entregándonos mejores herramientas para enfrentar esta crisis. Si la pandemia lo permite, en mayo 2021 se convocará para un nuevo evento donde se tocarán materias de interés, como la COVID-19.

- Finalmente, como profesional de la salud y académico, ¿qué reflexión puede hacer sobre esta crisis?

Definitivamente todos los médicos estamos expuestos a nuevos desafíos, que nos imponen una permanente actualización. Estoy convencido de que saldremos de esta crisis, la medicina ha demostrado grandes avances y una gran capacidad de superar distintos problemas. Hemos visto en muchos países seres humanos que han donado su tiempo, su sabiduría, su materia prima para enfrentar esta situación, eso es bueno, porque en la vida a la adversidad debemos responderle con solidaridad.

Por Óscar Ferrari Gutiérrez