Dra. Soledad Vallejo Maldonado:
"La terapia hormonal es positiva y mantiene la calidad de vida"
Su indicación mejora la mayoría de los síntomas asociados al climaterio, además de proporcionar beneficios preventivos al disminuir el riesgo de tener colesterol elevado, diabetes e hipertensión.
El climaterio es un periodo de transición en la vida de la mujer que marca el final de la etapa reproductiva. Los niveles de estrógeno comienzan a disminuir, dando paso a una serie de síntomas molestos como sofocos, insomnio, cambios de humor y sequedad vaginal.
Esta sintomatología puede ser difícil de manejar y afecta a la calidad de vida. Frente a esto, la terapia hormonal de la menopausia (THM) son una eficaz alternativa para aliviar las molestias y prevenir posibles complicaciones de salud asociadas a déficit estrogénico.
Así lo comparte la doctora Soledad Vallejo, presidenta de la Sociedad Chilena de Climaterio, quien ha participado en estudios de la Red Latinoamericana de Investigación en Climaterio (REDLINC) publicando en revistas internacionales y escribiendo capítulos para diferentes libros sobre ginecoendocrinología.
"La disminución de estrógeno en esta etapa de la vida puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, por lo que restaurar sus niveles ayuda a proteger el corazón y los vasos sanguíneos".
- ¿Cuáles son las implicancias asociadas al climaterio?
Esta etapa representa un tercio de la vida y por ello es importante que no se reduzca al solo hecho de dejar de menstruar, pues implica una serie de modificaciones: sequedad vaginal, escozor, sofoco, cambios de ánimo e incomodidad al momento de tener relaciones sexuales son algunos de los principales síntomas asociados y que implican una serie de dificultades que se dan en lo personal, familiar y psicológico.
Con la pérdida de estrógeno la mujer también está expuesta a tener mayores problemas a nivel óseo. De hecho, la evidencia señala que tres de cada cinco tendrán osteoporosis. Puede verse un poco abrumada frente a todo lo que pueda ocurrirle en esta etapa, pero es deber de los médicos explicar las alternativas terapéuticas y mantener la calidad de vida.
- ¿Se conoce más sobre las complicaciones de las THM que sus beneficios?
Esta sensación de poca seguridad tuvo un impulso debido al estudio WHI, publicado en el año 2000, donde se mencionaba que las usuarias de este tipo de terapias tenían mayor riesgo de padecer cáncer de mama, eventos tromboembólicos y accidente cerebrovascular. Esto tuvo tal difusión mediática, que la prescripción y consumo fue a la baja.
Afortunadamente han pasado 20 años y se llegó a la conclusión de que las mujeres evaluadas tenían una edad promedio de 60 años y que ya contaban con otras patologías existentes. Sumado a ello, se utilizó estrógeno conjugado equino y progesteronas que no eran las adecuadas.
Los reanálisis dividieron al mismo grupo de mujeres en aquellas que tenían útero y otras que no. Los resultados arrojaron que estas últimas experimentaron una disminución del riesgo de cáncer de mama, pero esta información no se divulgó tanto.
Se concluyó que dicha información no se podía generalizar para las THM que hoy existen en el mercado que, por lo demás, son las más recomendadas. Por lo tanto, enfatizar que la TRH es buena, no solo para la sintomatología del climaterio, sino que es un excelente método preventivo para cierto tipo de mujeres.
- La protección cardiovascular que ofrece la THM es relevante considerando que la patología cardiaca sigue siendo una de las principales causas de muerte...
Definitivamente la mayoría de las mujeres no mueren por cáncer de mama, lo hacen por enfermedades cardiovasculares.
El estrógeno tiene un efecto vasodilatador, por eso es poco usual que haya un infarto previo a la menopausia. Así como en el hombre la testosterona es fundamental, en la mujer lo es el estrógeno y estradiol.
De hecho, si la paciente no tiene otras condiciones relevantes, puede mantener la terapia hormonal por mucho tiempo. Por lo general, recomendamos que a partir de los 60 años se baje la dosis e, idealmente, cambiar a la vía transdérmica, esto con el propósito de evitar riesgo de trombosis.
La terapia se pueda mantener a lo largo del tiempo, no es obligación suspenderla. Ahí radica la importancia de la medicina personalizada que te permite ver qué tipo es la adecuada para cada persona, es decir, darse el tiempo para conocer a la paciente.
- ¿Qué otros desafíos hay en la materia?
Lo primordial es que la THM sea asequible para todas y no un privilegio difícil de costear. Por otra parte, la población está envejeciendo y cada vez son más las personas quienes necesitarán especialistas en climaterio y geriatría. Ahora es el momento en que deberíamos preocuparnos de esta situación a nivel de sociedad.
- ¿Cómo ve la evolución en la prevención y control de la salud de la mujer?
Debemos avanzar en planificación familiar y disminución de la mortalidad materna y perinatal. En cuanto a la THM, se requiere mayor difusión. Sería ideal que se reforzara la formación a nivel de pre y posgrado, eso permitiría que hubiera más conocimiento por parte de los profesionales de la salud y las pacientes al momento de cursar el climaterio.
Por María Ignacia Meyerholz