QF. David Vásquez Velásquez:
"La resistencia antibiótica es una pandemia silenciosa"
El número de infecciones por neumonÃa, tuberculosis y gonorrea, entre otras, está en constante alza. El uso excesivo e incorrecto de estos medicamentos dificulta el éxito terapéutico.
Se calcula que para 2050 se superarán las 10 millones de muertes asociadas a microorganismos resistentes, número mayor al causado por cáncer, diabetes o accidentes automovilÃsticos. Por ello, es necesario que exista un cambio en la forma de prescribir y utilizar los antibióticos, ya que, de lo contrario, este problema sanitario seguirá representando un peligro.Â
Asà lo explica David Vásquez Velásquez, quÃmico farmacéutico y académico de la Universidad de Chile quien, junto a otros especialistas, trabajó en la creación de un compuesto activo para combatir esta amenaza.
- ¿Qué son las bacterias multirresistentes (BMR) y por qué representan un problema de salud pública?
Son microorganismos que han adquirido la capacidad de resistir a múltiples tipos de antibióticos, como resultado de un proceso evolutivo impulsado por la presión selectiva de estos medicamentos. Esto hace que se vuelva cada vez más difÃcil tratar las infecciones.
Por otro lado, esto lleva a un aumento en la duración y gravedad de ellas lo que, a su vez, incrementa la morbimortalidad y costos sanitarios. En este sentido, la resistencia a los antibióticos puede ser vista como una "pandemia silenciosa", la cual se desarrolla de manera gradual y sus efectos no ser inmediatamente obvios.Â
- Las infecciones causadas por este tipo de microorganismos pueden tener consecuencias…
Representan un mayor riesgo de complicaciones y muerte. Por ejemplo, Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA) y a otros antibióticos de uso común causan infecciones graves en la piel, el torrente sanguÃneo, pulmones y otras partes del cuerpo. Las infecciones por MRSA pueden ser mortales, especialmente si se diseminan a órganos vitales o si el paciente tiene un sistema inmunológico debilitado.Â
Además, a menudo tienen otros efectos secundarios, incluyendo toxicidad renal, daño auditivo y reacciones alérgicas severas. Esto se debe a que, generalmente, se reservan para casos más complejos debido a su perfil sintomatológico.Â
Aún más preocupante es el hecho de que algunas BMR se han vuelto resistentes a todas las terapias disponibles. Estas "superbacterias" son extremadamente difÃciles de tratar y representan una amenaza creciente para la salud pública.Â
- Su lÃnea de investigación se trata acerca de las cepas resistentes. ¿PodrÃa especificar sobre ella?
Nuestro enfoque se centra en la sÃntesis y evaluación de nuevas moléculas con potencial actividad antibacteriana. Buscamos compuestos que no estén relacionados estructuralmente con las familias existentes de antibióticos.
Esta estrategia se basa en la premisa de que las nuevas moléculas constituyen un desafÃo considerable para los mecanismos de resistencia bacteriana establecidos. En nuestra búsqueda de nuevos agentes antibacterianos, consideramos procesos biológicos que han permanecido relativamente inalterados a lo largo de la evolución, como la producción de energÃa basada en la oxidación de compuestos. Con este enfoque, hemos diseñado combinados que interfieren directamente en la generación de energÃa bacteriana.Â
De esta premisa nace la familia de "pirimidoisoquinolinquinonas", las cuales mimetizan la función de la ubiquinona, un compuesto endógeno en las bacterias que transfiere electrones para la producción de energÃa. Si este sistema se bloquea, el microorganismo comienza a generar radicales libres que lo llevan a su muerte.Â
Nuestros estudios de quÃmica medicinal han identificado moléculas capaces de erradicar cepas de Staphylococcus aureus resistentes a la vancomicina, asociadas con infecciones sépticas. Entre los compuestos más prometedores detectados mediante cribado, hemos probado su eficacia contra aislados clÃnicos de S. Aureus resistente a meticilina (MRSA) y Enterococcus faecium resistente a vancomicina (VREF).Â
Observamos una notable actividad contra VREF, con una Concentración Inhibitoria MÃnima (MIC) para el 50% y el 90% de las cepas (MIC50/90) de 2/4 µg/mL y 4/4 µg/mL, respectivamente, mientras que, para la vancomicina, la MIC50/90 fue de 256/512 µg/mL.Â
La vancomicina es un antibiótico crucial en la medicina clÃnica debido a su eficacia en el tratamiento de infecciones graves causadas por bacterias grampositivas, se utiliza a menudo como agente de última lÃnea en infecciones severas de MRSA cuando otros antibióticos han demostrado ser ineficaces.Â
Esta evidencia sugiere un potencial significativo para estas moléculas en el tratamiento de infecciones resistentes a los antibióticos. Es importante destacar que se realizaron estudios de toxicidad, que mostraron que a las concentraciones como antibacteriano, no produce daño a las células humanas.
- ¿Cuáles son los avances más recientes en este campo?
Las técnicas modernas de diagnóstico rápido, como la espectrometrÃa de masas y secuenciación genómica, permiten identificar la especie bacteriana y su perfil de resistencia a los antibióticos, favoreciendo un tratamiento más efectivo y personalizado, son esenciales para guiar el uso.
En cuanto a las nuevas terapias, los bacteriófagos (fagos) son una opción prometedora. Se trata de virus que infectan, especÃficamente, a las bacterias.Â
La terapia con anticuerpos también se está explorando como una alternativa. En cuanto al diseño y desarrollo de nuevos compuestos, es fundamental para mejorar el arsenal terapéutico.Â
- ¿Qué rol juega la investigación en el desarrollo de terapias?
Los avances en las técnicas de cribado de alto rendimiento, la ingenierÃa genética y la quÃmica medicinal, junto con un mejor entendimiento de la biologÃa bacteriana y de la resistencia a los antibióticos, están permitiendo el redescubrimiento de nuevos compuestos antimicrobianos y el desarrollo de nuevas terapias.
Además, se están reevaluando compuestos previamente desechados o subutilizados, lo que puede resultar en la redescubierta de medicamentos eficaces. Por otro lado, se exploran también los antibióticos tradicionales, como las terapias con bacteriófagos, con anticuerpos, y la utilización de péptidos antimicrobianos.Â
Cada uno de nosotros puede desempeñar un papel en esta lucha utilizándolos de manera responsable, siguiendo las prácticas de higiene recomendadas o apoyando la investigación en este campo.
Por MarÃa Ignacia Meyerholz
