La estimulación magnética transcraneal (EMT) es un procedimiento no invasivo que utiliza campos magnéticos para estimular células nerviosas cerebrales y tratar síntomas de enfermedades psiquiátricas y neuronales.

La técnica permite intervenir puntos específicos, es indolora, ha demostrado altos niveles de seguridad y no produce alteraciones estructurales ni lesiones en las neuronas. Su uso se ha extendido al manejo de pacientes adultos que padecen esquizofrenia, trastorno del espectro autista, depresión, psicosis y ansiedad.

"Se coloca un dispositivo con una bobina electromagnética sobre el cuero cabelludo. Esta genera campos magnéticos breves e intensos, similares a los de una resonancia. Los campos inducen corrientes eléctricas débiles, específicamente en la corteza cerebral, que pueden activar o inhibir la actividad de las neuronas dependiendo de la frecuencia y patrón de los pulsos", explica el doctor Víctor Espínola, médico formado en la Universidad Nacional del Este y especializado en psiquiatría en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción.

Según cuenta el profesional, capacitado en el Servicio Interdisciplinar de Neuromodulación del Hospital de Clínicas de Sao Paulo (Brasil) y certificado en estimulación cerebral en el Harvard Medical School de Boston (Estados Unidos), "mi interés por esta área surge de la necesidad de buscar nuevas alternativas para el tratamiento de la depresión refractaria. Fui pionero en Paraguay en introducir esta técnica de estimulación cerebral, rompiendo paradigmas con la traída en 2019 del primer neuromodulador de los tres que tenemos actualmente".

- ¿Cuáles son los beneficios en el tratamiento de la depresión mayor?

La técnica es eficaz en el manejo de pacientes resistentes a los medicamentos. Mejora el estado de ánimo, la función cognitiva y los síntomas en un porcentaje importante de ellos. Tiene menos efectos secundarios, no causa aumento de peso, disfunción sexual o malestares gastrointestinales comunes en antidepresivos. La terapia es ambulatoria y no requiere sedación. Las sesiones tardan entre 20 y 40 minutos y muchas personas refieren mayor concentración, motivación y alegría. La estimulación magnética transcraneal es efectiva en el manejo de la depresión porque restaura el equilibrio en los circuitos cerebrales afectados enfermedad.

- ¿Existen riesgos en comparación a otros abordajes como la terapia electroconvulsiva? 

Los síntomas son locales y autolimitados como el dolor en el área de la estimulación, sensación de incomodidad. El riesgo mayor sería que el paciente presente una convulsión, que se ha reportado en la literatura médica, pero el porcentaje es muy bajo. La contraindicación absoluta sería el caso de implante cerebral metálico ferromagnético o uno coclear.

- ¿Qué otras ventajas destaca?

Esta técnica se puede combinar con la psicofarmacológica y psicoterapia. El éxito del tratamiento está relacionado con la remisión de los síntomas y la recuperación. Tenemos varias escalas en el caso de la depresión como las de Beck y Hamilton.

- ¿Cómo es una sesión típica y cuánto tiempo demanda el tratamiento?

El paciente está despierto y sentado, sin necesidad de anestesia. Puede sentir golpeteos o vibraciones en la cabeza, pero es generalmente bien tolerado. Se recomiendan cinco sesiones por semana, de lunes a viernes. El tiempo se puede extender entre cuatro y seis semanas, dependiendo del protocolo y respuesta. Las personas llegan por sus propios medios y al terminar se van sin problemas.

Por Óscar Ferrari Gutiérrez