Dr. Wesley Schmidt:
“En 1981 cuando llegué al país era el único especialista en medicina familiar”
Considerado el padre de la medicina familiar en Paraguay y past presidente de la Sociedad Paraguaya de Medicina Familiar (SPMF), conversó con SAVALnet en el marco del Día Mundial del Médico de Familia, celebrado el 19 de mayo.
Ex director del renombrado programa de Atención Primaria de la Salud (APS), es el actual asesor del Ministerio de Salud Pública (MSP) para la zona del Chaco paraguayo y gran parte de su trayectoria profesional la desarrolló, principalmente, en el Centro Médico Bautista.
Formador de cientos de residentes, el especialista comentó que al principio cuando se comenzó a hablar de medicina familiar en el país, tanto los médicos en general como las personas no comprendían cuál era la función de estos, situación que destaca quedó completamente en el pasado.
Indicó que en la actualidad la medicina familiar es altamente reconocida por los demás especialistas, y por los pacientes, valorada como una labor que se enfoca en la persona desde una perspectiva integral y humana.
Compartió con nosotros sobre los primeros pasos de la especialidad en el país, las dificultades que les tocó sortear y los logros alcanzados como gremio en cuanto a la formación de más especialistas como en la calidad de la atención.
- Doctor, cuéntenos una breve reseña de los inicios de la medicina familiar en el país
Llegué al Paraguay en 1981 después de hacer mi especialidad en medicina familiar en EE. UU., y cuando eso la idea de la gente del Centro Médico Bautista y era justamente desarrollar una residencia en medicina familiar.
Comenzamos a trabajar ese mismo año y en 1987 ya abrimos la residencia. Los especialistas que fueron saliendo de ese programa -que fue el primero en Paraguay- hoy día son los actuales líderes de la medicina familiar.
Hay médicos de familia que son docentes, otros directores de programas y actualmente en Paraguay hay un buen número de programas de formación de especialistas en medicina familiar.
Cada especialidad debe tener su sociedad que es su base, y es así que la Sociedad de Medicina Familiar comenzó funcionar en el año 1991 y ya tenemos 25 años de vida.
- ¿La mayor parte de su profesión la desempeñó en el Centro Médico Bautista?
Inicialmente sí, pero a mediados de 1995 comencé a involucrarme más en actividades del Ministerio de Salud Pública (MSP). Abrimos varias residencias de medicina familiar que hacíamos conjuntamente con el Centro Médico Bautista en diferentes centros del interior, comenzando con Pedro Juan Caballero, Encarnación, Ciudad del Este, Santaní y Villarrica.
Entonces, mis actividades del Bautista pasaron a ser de salud pública, y es así que hace dos años asumí como director del programa de Atención Primaria de la Salud (APS) en el Ministerio de Salud.
Si bien ya me retiré de ese espacio, sigo trabajando en el sector público, actualmente como asesor del Ministerio de Salud Pública para la zona del Chaco.
- Partiendo de los inicios de la medicina familiar en el país, ¿podría comentarnos los logros alcanzados en ese trayecto?
En 1981 cuando llegué al país era el único especialista en medicina familiar en Paraguay. Era muy difícil para la gente y para los colegas en general, entender qué era lo que hacía el médico de familia.
Hablaban de planificación familiar, de que no podía ser considerada una especialidad, pero hoy día ya está bien establecido, se conoce y los médicos de familia cada vez hacen mejor lo que saben que es atender a la familia de manera integral y humana.
- ¿Destaca de la especialidad el abordaje mucho más integral?
Muy integral y muy humano. Nosotros normalmente no tenemos tanta preocupación por casos de malas prácticas, nuestros pacientes saben que somos muy humanos como ellos, que tenemos sentimientos, comparten con nosotros y es otro el trato y la relación entre un médico de familia y su paciente.
Creo que el amor al prójimo es algo que los médicos de familia sentimos de manera muy natural.
- Actualmente se ve bastante la atención exprés en los centros médicos en general, ¿qué opinión le merece la situación?
La salud pública en Paraguay actualmente tiene un enfoque muy importante que es la Unidad de Salud Familiar (USF), y que llega a las zonas más pobres del país. Ahí no hay listas de espera, ya que estas unidades van a las comunidades y hay una relación muy estrecha entre los equipos de USF y las comunidades, sean estas de indígenas o de zonas más marginadas de Asunción.
Donde están las USF’s la atención es personalizada y yo creo que hacia eso hay que apuntar. Qué mejor que un médico que está especializado para ver a toda la familia de una forma personalizada y fuera del hospital. El hospital no es un lugar para médicos de familia ni gente sana; sino para enfermos.
- Por último, compártanos alguna anécdota significativa que haya vivido en este tiempo que ha dedicado a la medicina familiar…
Tengo varios pacientes que están en mi memoria como muy especiales. Por ejemplo recuerdo a una señora que tenía una insuficiencia hepática, sufrió una ictericia, tenía ya cierta edad y llevaba un buen tiempo siendo mi paciente.
El hepatólogo dijo que en dos años la enfermedad acabaría llevándola y, sin embargo, la mujer siguió estrictamente todas las reglas que le indicamos en cuanto a dieta y estilo de vida, y fue una paciente ejemplar, pero más que eso era que sentía que tenía una conexión tan especial conmigo y también su familia.
Ella vivió más de 15 años, pudo ver muchas cosas que deseaba vivir dentro de su familia y eso para mí es un ejemplo de cómo hasta el curso de la enfermedad cambia cuando hay una relación muy humana.
También son anécdotas inolvidables las llegadas de bebés en las familias que me ha tocado participar. Ese siempre es un momento muy emotivo, de gran felicidad y especial en la práctica de un médico.
