Dr. Fernando Galeano Valdez:
“Debemos brindar las herramientas para combatir la viruela símica”
Ante la confirmación del primer caso en Paraguay se refuerzan las tareas de prevención, detección, aislamiento, manejo y contención de la patología.
Frente al rápido aumento de contagios por viruela símica o monkeypox en distintos países, la OMS declaró a fines de julio emergencia de salud pública de interés internacional, una medida que permite aumentar recursos para investigación, seguimiento, contención y manejo de la enfermedad.
El jueves 25 de agosto, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social confirmó el primer caso en Paraguay, donde ya se habían descartado 17 sospechas. Hasta el cierre de esta edición, eran 12 las muertes reportadas a nivel global.
La viruela del mono es una zoonosis de rara ocurrencia producida por un virus perteneciente al grupo de los orthopoxvirus, de la familia poxviridae, similar al causante de la viruela. Es endémica en 11 países de África Occidental y Central, con casos esporádicos fuera de ese continente.
En 2003 se registró un brote importante en Estados Unidos que afectó a 47 individuos, relacionado a la importación de roedores desde Gambia que transmitieron el patógeno a perros de la pradera -Cynomys- posteriormente vendidos como mascotas. En esa oportunidad, a diferencia de lo que ocurre actualmente, no hubo contagios de una persona a otra [1].
“El agente infeccioso fue aislado por primera vez en 1958 y en 1970 se confirmó el primer caso en humanos. A partir de entonces fue causante de pequeños brotes, principalmente en África. Durante 2022 se diseminó de manera más acelerada afectando a miles de personas de numerosos países llegando, incluso, a causar la muerte”, comenta el doctor Fernando Galeano Valdez, presidente de la Sociedad Paraguaya de Infectología.
De acuerdo con el especialista del Instituto de Medicina Tropical y Hospital de Clínicas, “los casos a nivel mundial han tenido un aumento sostenido. Su presencia está confirmada en 96 países, con un número de contagios superior a 41 mil. La gran mayoría son autolimitados”.
- ¿Cuáles son sus síntomas?
Esta enfermedad tiene un período de incubación promedio de entre seis a 13 días. Se caracteriza por presentar fiebre por alrededor de cinco días, dolor de cabeza, adenopatías, astenia y mialgias seguido de erupciones cutáneas, aproximadamente de 24 a 72 horas después del inicio de la hipertermia. Estas tienden a localizarse en el rostro y extremidades, también pueden darse en la mucosa oral, genital, conjuntival y corneal.
- ¿Podría mutar a variantes más agresivas?
La capacidad de mutación es una característica inherente en los patógenos virales. Lo hacen con ritmo y velocidades distintas. Expertos afirman que existen de hecho diferentes genéticas entre los virus causantes de brotes en años anteriores y los que actualmente se encuentran en circulación.
- ¿Cómo debe tratarse?
En primer lugar, la prevención es clave. En ese sentido, la información veraz y certera sobre la circulación del virus y los factores de riesgo es fundamental. Los métodos y herramientas diagnósticas deben estar disponibles. Son necesarios esfuerzos para frenar la expansión mediante el aislamiento de los enfermos hasta que las lesiones cutáneas hayan mejorado, tiempo que puede extenderse entre dos a tres semanas. Además, se cuenta con elementos importantes para prevenir, los que aún no están generalizados. Así, la vacuna contra la viruela podría proveer una protección cercana a 85%. Existen también estudios que evalúan algunos fármacos como el cidofovir, brincidofovir y tecovirimat.
- ¿Cuáles son sus recomendaciones para el personal de salud?
Los equipos sanitarios necesitan medios y recursos. La evidencia científica oportuna debe estar disponible y permanentemente revisada por todo el grupo humano que trabaje en salud, de ahí la importancia de las sociedades médicas y los organismos encargados de acercar el conocimiento a quienes lo requieran. En cuanto al diagnóstico disponer de los métodos de biología molecular como la PCR es esencial para la detección y aislamiento de los afectados. Es preciso también tener presente que el contagio se da por el contacto directo con el enfermo o a través de fómites, por eso el equipamiento e indumentaria adecuada son indispensables para la atención clínica.
- A fines de mayo se activó una alerta epidemiológica en Paraguay…
La labor del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, de las sociedades científicas y de todos los que trabajan en el área de salud es velar por la seguridad y salud de la población. La alerta epidemiológica pone en una situación de vigilancia permanente y representa un compromiso nacional por dotar y brindar al ámbito de la atención sanitaria de todas las herramientas que posibiliten el manejo adecuado de esta y otras enfermedades. Los protocolos nacionales de detección, vigilancia, diagnóstico y manejo de casos deben ser activados y comunicados a los actores responsables de manera clara y oportuna.
- ¿Cuál es la postura y rol de la Sociedad Paraguaya de Infectología frente a la irrupción de este patógeno?
Tenemos como misión y fundamento el servir de comunicador brindando a los colegas y población en general información veraz y útil sobre diversas condiciones y patologías que pudieran afectar al país. El rol de nuestra agrupación es prevenir, alertar, informar y colaborar con la salud pública y personal. Apoyamos las acciones y políticas que contribuyan a este objetivo. El primer caso confirmado demuestra que el riesgo es real y es deber de los médicos especialistas y del Ministerio de Salud estar atentos y brindar todas las herramientas necesarias para combatir esta enfermedad.
Referencia
[1] Reed KD, Melski JW, Graham MB, Regnery RL, et al. The detection of monkeypox in humans in the Western Hemisphere. N Engl J Med. 2004 Jan 22;350(4):342-50.
Por Óscar Ferrari Gutiérrez
