Dra. Lourdes Vázquez Alegre:
“Creció el laboratorio y tenemos más estudios de diagnóstico”
Médica de familia egresada del Centro Médico Bautista con especialidad en alergología, la doctora Vázquez Alegre, recibió a SAVALnet en la Clínica Guggiari, uno de los centros médicos donde se desempeña actualmente.
Comentó que realizó el postgrado en alergología en la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y que cursa una maestría en medicina familiar en la Universidad del Centro Médico Bautista, cuya culminación se dará este diciembre con la presentación de la tesis.
Miembro activo de la Sociedad Paraguaya de Medicina Familiar y de la Sociedad Paraguaya de Alergia, Asma e Inmunología, nos contó que también realiza consultorios en el Hospital Indígena “San Roque González de Santa Cruz” de Limpio, que atiende exclusivamente a ese sector de la población y sobre lo cual se centró en la entrevista, por considerarlo un gran desafío en la atención que encaran junto a otros médicos.
Añadió que este hospital actualmente es centro de referencia para los nativos, ya que estos se vuelcan totalmente al centro médico. Si bien aún les falta contar con más infraestructura, recursos humanos y avances laboratoriales, dijo que afortunadamente brindan una atención estándar a los pacientes.
La médica, quien es casada y tiene un hijo de 4 años, compartió con nosotros que es la única médica de la familia y que desde muy pequeña supo que quería dedicarse a la medicina; mientras que su interés por especializarse en alergología se debió a que es una “alérgica brutal”, ya que padece rinitis y asma alérgico, y en ese sentido, vio como un desafío personal vencer a ambas afecciones.
También nos contó que realiza diariamente ejercicios físicos y practica tenis, con el sueño de llegar a ser una profesional en el deporte.
- Coméntenos más aspectos generales sobre el Hospital del Indígena …
Está situado en el camino que va a Piquete Kue, sobre la ruta San José, en Limpio, y es una institución que ahora depende del Ministerio de Salud (MSP) y anteriormente dependía del Instituto Nacional del Indígena (INDI).
Allí estoy como médica de consultorio realmente hace 7 años aproximadamente y es un hospital que va creciendo en el sentido de que hay mucho flujo de pacientes. Los nativos ya se vuelcan totalmente a este hospital y a veces, incluso, pasan por muchos centros de salud, pero siempre terminan llegando ahí.
- ¿Cuál es el número aproximado de pacientes que acuden diariamente?
Más o menos 50 pacientes por día que incluyen niños y adultos, y eso en la semana, contando cinco días de atención. Son 250 personas por semana, a veces incluso más.
- ¿Las especialidades de los consultorios?
Son consultorios de lunes a viernes de 7:00 a 13:00 horas, con médicos de familia, alergología, pediatras y médicos de guardia. También tenemos sala de internados, una sala exclusiva de adultos y una sala en planta alta que es de pediatría exclusivamente.
Además contamos con una sala de tuberculosis, que está un poco aislada, pero dentro del predio de la institución.
- En cuanto a los cuadros más frecuentes de alergia que les toca atender allí…
Rinitis alérgica y asma bronquial. Pero realmente para hacer un diagnóstico de esto último, necesitamos la posibilidad de realizar estudios y lastimosamente no contamos con eso, pero de todas formas hacemos diagnósticos probables.
- Muchos nativos no pueden llegar a centros médicos de Asunción… ¿destaca entonces la importancia de este hospital?
La importancia es que por lo menos podemos brindar medicaciones de base como para mantener los síntomas y en algún momento lo que nosotros hacemos ahí es recurrir a hospitales públicos más grandes, como el Centro Materno Infantil de San Lorenzo o el de Niños de Acosta Ñu, donde tenemos estudios más sofisticados, pero no tanto tampoco como para hacer diagnósticos de alergia, pero al menos realizamos dosajes de IgE, que nos orienta a una alergia.
Eso es lo que más hacemos, interconsultas o derivamos estudios que necesitamos para poder tener un diagnóstico. Y el tratamiento lo hacemos con lo que podemos, con las medicaciones con que contamos, que nos brinda el Ministerio de Salud y algunas que otras medicaciones de donación de parte de laboratorios.
- ¿Cómo se proyectan en cuanto a infraestructura y atención?
En realidad en este preciso momento creció la parte de laboratorio, tenemos más estudios de diagnósticos ahora; no tanto en la parte de alergia, pero sí muchos otros que anteriormente no se podía hacer ahí.
Tenemos equipos de radiología renovados y además contamos con un programa desde el Ministerio de Salud para prevenir la desnutrición que se llama PANI (Programa de Atención Alimentaria para Niños Desnutridos), situación que se ve mucho en los niños indígenas. Y en eso estamos y esperamos crecer con la ayuda del MSP.
- ¿En qué consiste básicamente ese programa de prevención de la desnutrición?
Se ofrece leche fortificada y está monitoreado por nutricionistas que realizan el control de la ganancia ponderal del paciente, del niño que ingresa en el programa del PANI, y básicamente es darle leche de acuerdo a la edad del paciente.
Ver qué tipo de leche tiene que llevar cada edad. Lo importante es que se ve la mejoría de los pacientes luego de insertarlos al programa.
A los pacientes se les da su tarro de leche con la promesa de que retornen en un mes, entonces se les puede hacer un seguimiento y cuando vuelven se les realiza un control de ganancia de peso, talla y con eso sabemos si mejoraron o no.
- ¿Qué le faltaría al centro médico para brindar atención más integral?
Sería buenísimo tener estudios de IgE total, por ejemplo, en la parte de inmunología, eso en cuanto a laboratorio.
Después sería genial tener un espirómetro, porque manejamos muchos casos de enfermedades respiratorias de toda índole, aparte de las alérgicas y tuberculosis.
- En ese sentido, ¿necesitarían más apoyo por parte del Ministerio de Salud?
La atención es estándar ahora mismo, pero sería bueno contar con más estudios laboratoriales y principalmente más médicos, ya que estamos carentes en cuanto a recursos humanos.
Estamos en consultorio cubriendo cuatro personas -que deberían ser cinco realmente-, uno por día, teniendo en cuenta que atendemos de lunes a viernes. Entonces, muchas veces trabajamos más días a la semana para cubrir la demanda. Mi horario allí son los martes y jueves.
- Usted trabaja tanto en el nivel público como privado. ¿Cómo experimenta esos dos niveles de atención?
Desde la alergia, a mí me gustaría poder ayudar más a las personas de escasos recursos, porque el esquema de tratamiento de la alergia no solamente se basa en la medicación, ni las pastillas, jarabes, spray nasales o aerosoles -que tenemos gracias al Ministerio de Salud-, sino que es mucho más, es orientarles en su ambiente social, donde se inicia la alergia y brindarles otros tratamientos más sofisticados como es la inmunoterapia, que son las vacunas que se inyectan a los alérgicos.
Eso sería un logro importantísimo. Primero poder hacer un buen diagnóstico, pues clínicamente nosotros hacemos el diagnóstico y el tratamiento, pero no completamos como tiene que ser a través de la vía laboratorial y los tratamientos en base a eso.
- ¿Se puede decir que es escasa la población que tiene acceso a atención y tratamientos óptimos en cuanto a alergia refiere?
Yo creo que es escasa, porque hablando también de otro tipo de hospitales, no cuentan con alergistas, propiamente. Creo que el Hospital de Niños “Acosta Ñu” tiene un pediatra alergista, pero aún así tengo pacientes que han recurrido desde ahí porque no pueden realizar el tratamiento ya que no hay vacunas, entonces vienen a nivel privado buscando eso.
Todo eso se complementa en alergia. Si no se hacen los tres eslabones de la alergia, no mejora el paciente como tendría que ocurrir.
Entonces, creo que a nivel público, la población tampoco accede muy fácilmente a una buena atención en ese sentido.
- Por último, según su parecer… ¿cuál es el desafío de la especialidad a nivel país?
Tener más alergistas a nivel público, porque todo se vuelca a nivel privado y la gente en su mayoría no puede acceder, y además tener materiales con qué trabajar, como extractos alergénicos y vacunas para la alergia.