Dr. Neptalí Hurtado Medina:
“Con la cirugía bariátrica los cambios van más allá del peso corporal”
Independiente de la técnica, la reducción se compaña de una mejora en comorbilidades como reflujo, apnea del sueño, hipertensión y diabetes.
El Atlas mundial de obesidad 2023 estima que más de 4.000 millones de personas, el 51% de la población global, sufrirá sobrepeso y obesidad en 2035, frente a los 2.600 millones de 2020. Señala, además, que uno de cada cuatro individuos será obeso.
Cuando una persona tiene un índice de masa corporal (IMC) sobre 40, más comorbilidades, la cirugía bariátrica es una opción y, por lo general, un procedimiento recomendado por los especialistas.
“Las patologías asociadas suelen disminuir de manera considerable e, incluso, desaparecer tras la cirugía. Además, esto conlleva un efecto positivo en la salud mental y emocional del paciente pues, muchos, de ellos luchan con problemas de autoestima, depresión o ansiedad”, comenta el doctor Neptalí Hurtado Medina, especialista en cirugía bariátrica y metabólica de Clínica Cordillera de Santiago de Chile.
- ¿Cuáles son los tipos de cirugía bariátrica y qué factores influyen en su elección?
Existen dos técnicas que predominan debido a su eficacia y buenos resultados: el bypass y la manga. Cada una tiene una indicación específica y excelentes resultados en cuanto a baja de peso. Ambas están pensadas para combatir casos en que el paciente tiene entre 30 a 60 kilos de más.
Hay indicaciones que hacen discriminar una de la otra. En casos de reflujo y diabetes, se opta por el bypass. En cambio, si se trata de pacientes jóvenes y metabólicamente sanos, la manga se puede realizar sin ningún problema.
- ¿Cómo impacta en la morbilidad y mortalidad de enfermedades metabólicas asociadas?
La cirugía bariátrica ha llegado a cambiar los paradigmas y controlar estas enfermedades, gracias a la baja de peso. Esa es una de las partes más interesantes, ya que la mayoría de los pacientes sufren de apneas del sueño, artrosis, diabetes e hipertensión. Con el bypass hay una mejora del 65% de los casos de diabetes que, incluso, podría disminuir la dosis de medicamentos, eliminar la inyección de insulina o pasar a tratamiento oral.
En HTA existen mejoras hasta del 40%. En estos casos, los pacientes pueden llegar a consumir hasta tres antihipertensivos al día y, tras someterse a este procedimiento, quedan con solo uno. Estos, entre otros factores, han hecho que la cirugía bariátrica tenga relevancia, ya que genera cambios que van más allá del peso.
- ¿Qué otras opciones hay para quienes no quieren someterse a un proceso quirúrgico?
Está el balón, que es una técnica que va en alza. Sin embargo, más que formar parte de los procedimientos que engloban a la cirugía bariátrica, es una alternativa para pacientes que poseen entre siete a 15 kilos de exceso y que tienen conciencia de que esto incluye disciplina, adoptar hábitos y conductas saludables.
- ¿Cuáles son los efectos que tiene sobre la grelina?
Con la manga se reduce hasta 80% del estómago y, justamente, es en el fondo gástrico donde se produce la mayor cantidad de hormonas que generan hambre. Por lo tanto, el paciente no va a sentir la necesidad de comer en exceso.
En el bypass ocurre otro tipo de mecanismo y se relaciona con la mala absorción, la cual disminuye el apetito y mejora del hiperinsulinismo e hiperglucemia. Estos efectos condicionan la recuperación desde el punto de vista metabólico.
- ¿Cuáles son la indicaciones para someterse a este procedimiento?
Existe un proceso preoperatorio donde se evalúa a la persona y, por ende, existen diversos requerimientos. Uno de los más categóricos es tener un IMC por encima de 40. Quien sobrepase esa cifra tiene indicación quirúrgica. Entre 35 a 40, con comorbilidades, también se puede ser candidato.
Una última categoría, en pacientes con obesidad grado 1, es decir, entre 30 a 35. En estos casos, existe diabetes de difícil manejo, problemas osteoarticulares severos y limitación de la movilidad.
- ¿Cómo ha contribuido la tecnología a este procedimiento?
Las técnicas que ocupamos han evolucionado de manera importante y la mayoría de los implementos se han modernizado. Utilizábamos engrapadoras de dos líneas, en cambio, ahora son triples y, por ende, más seguras. Este cambio ha hecho que el riesgo sea equivalente a una colecistectomía.
Hemos tenido la oportunidad de detectar fallas y trabajar sobre ellas. De hecho, sabemos qué medidas de intestino son las más adecuadas para dejar el bypass con el fin de que las personas tengan menor riesgo de desnutrición y un mayor aprovechamiento de la cirugía, sin que repercuta en su estado general.
Por María Ignacia Meyerholz
