Sustituir la sal disminuye los eventos cardiovasculares y muerte
Es importante destacar que el cambio de dieta con un sucedáneo fue seguro y bien tolerado, y los investigadores no observaron ningún riesgo evidente de hiperpotasemia clínica.
El consumo elevado de sodio en la dieta, así como la baja ingesta de potasio, se asocian con niveles altos de presión sanguínea y mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y muerte prematura. Pruebas aleatorias de reducción de sodio en la dieta, así como estudios clínicos sobre suplementos de potasio, han mostrado claros efectos positivos sobre la presión arterial.
Sin embargo, la ausencia de ensayos clínicos con un buen análisis estadístico, aleatorio y controlado genera incertidumbre sobre el impacto de los sustitutos de la sal en afecciones graves, como la apoplejía y el síndrome coronario agudo, así como también en relación con mortalidad.
A raíz de esta incertidumbre, investigadores realizaron un estudio sobre los sustitutos de la sal y su incidencia en accidentes cerebrovasculares, cardiovasculares, muerte e hiperpotasemia clínica. El ensayo fue abierto de tipo aleatorio por grupos, con personas de 600 pueblos de la China rural. Los participantes tenían antecedentes de accidente cerebrovascular o más 60 años y presión arterial alta.
Se inscribieron un total de 20.995 personas, y la edad media de los participantes era de 65,4 años, el 49,5% eran mujeres, 72,6% tenía antecedentes de ictus y el 88,4% de hipertensión. La duración media del seguimiento fue de 4,74 años.
Se observó una menor tasa de accidente vascular con el sustituto de la sal que con la sal común (29,14 eventos frente a 33,65 eventos por 1.000 personas-año; intervalo de confianza [IC] del 95%), al igual que de eventos cardiovasculares (49,09 eventos frente a 56,29 eventos por 1.000 personas-año; IC del 95%, 0,80 a 0,94; P<0,001) y muerte (39,28 eventos frente a 44,61 eventos por 1.000 personas-año; IC del 95%, 0,82 a 0,95; P<0,001).
La tasa de acontecimientos adversos graves atribuidos a la hiperpotasemia no fue significativamente superior con el sustituto de la sal (3,35 eventos frente a 3,30 eventos por 1.000 personas-año; cociente de tasas, 1,04; IC del 95%, 0,80 a 1,37; P = 0,76).
En conclusión, entre personas con antecedentes de accidentes cerebrovasculares o con más de 60 años y presión arterial alta, la presencia de eventos cardiovasculares importantes, ictus y muerte por cualquier causa fue menor con el sustituto de la sal en comparación a la sal común.
