Narcisistas son más propensos a creer en teorías conspirativas
El neuroticismo, antagonismo y la extraversión serían las razones de la susceptibilidad a estas teorías.
El narcisismo -la convicción de la propia superioridad y el derecho a un trato especial- es un sólido predictor de la creencia en teorías conspirativas. Los últimos avances en el estudio del narcisismo sugieren que tiene tres componentes: antagonismo, la extraversión agéntica y el neuroticismo.
Un trío de investigadores de la Universidad de Kent, la Academia Polaca de Ciencias y la Universidad de Cambridge creen que los factores antes mencionados son las razones del por qué los narcisistas son más propensos a creer en teorías conspirativas que otras personas.
El neuroticismo se define generalmente como una tendencia a reaccionar emocional e irracionalmente ante la información; investigaciones anteriores han sugerido que suele estar relacionado con sentimientos de baja autoestima, dificultades en las relaciones y vergüenza. También se ha relacionado con la paranoia.
El antagonismo es la agresión hacia los demás y sus opiniones, normalmente como medio para conseguir o mantener el control sobre los acontecimientos o sobre otras personas.
La extraversión agente describe el comportamiento agresivo o asertivo. Suele ir acompañada de la confianza en sí mismo y, con bastante frecuencia, de la capacidad de seducción.
Los investigadores sugieren que la paranoia puede conducir a la apertura en relación con las teorías de la conspiración y que la necesidad de mantener el control en tiempos de incertidumbre, como una pandemia, puede llevar a los narcisistas a aprovechar las afirmaciones extravagantes para sentirse como si todavía tuvieran el control de sus vidas. Y el antagonismo sale a relucir cuando los demás cuestionan sus puntos de vista respecto a las teorías conspirativas, lo que solo sirve para reforzar su apoyo a las mismas.
