Menores de 40 años con problemas de salud mental tienen mayor riesgo de infarto
El porcentaje de incidencia es de un 58% mayor versus quienes no las sufren.
Se sabe que los pacientes con trastornos mentales tienen una esperanza de vida más corta en la esquizofrenia, los trastornos afectivos y otros trastornos mentales que la población general. La mayor parte del exceso de mortalidad no puede explicarse totalmente por factores como el abuso de drogas o el suicidio y cabe destacar que la brecha ha aumentado a lo largo de las décadas. Teniendo en cuenta la prevalencia generalizada de los trastornos mentales en todos los países y etnias, existe una demanda sustancial para mejorar el pronóstico clínico de los pacientes.
Investigadores del Hospital Universitario de Seúl (Corea) estudiaron la asociación entre los trastornos mentales en adultos de 20 a 39 años y los riesgos de desarrollar infarto de miocardio e ictus isquémico. Para ello se utilizó la base de datos del Servicio Nacional de Seguros Sanitarios de Corea (NHIS), que cubre a toda la población del país. Se incluyó en el estudio a un total de 6.557.727 individuos de entre 20 y 39 años que se sometieron a exámenes de salud entre 2009 y 2012 y no tenían antecedentes de infarto de miocardio o ictus.
La edad media era de 31 años, y más de la mitad (58%) de los participantes tenían 30 años o más.
Unos 856.927 (13,1%) padecían al menos un trastorno mental y de ellos casi la mitad (47,9%) sufría ansiedad, más de uno de cada cinco (21,2%) tenía depresión y uno de cada cinco (20,0%) padecía insomnio. Más de una cuarta parte (27,9%) tenía un trastorno somatomorfo, mientras que el 2,7% sufría uno por consumo de sustancias, el 1,3% era bipolar, el 0,9% esquizofrenia, el 0,9% un trastorno de la conducta alimentaria, el 0,7% un trastorno de la personalidad y el 0,4% un trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Los participantes fueron seguidos hasta diciembre de 2018 por infarto de miocardio de nueva aparición y accidente cerebrovascular. Durante una mediana de seguimiento de 7,6 años, hubo 16.133 infartos de miocardio y 10.509 accidentes cerebrovasculares. Los autores analizaron la asociación entre los trastornos mentales y los resultados cardiovasculares después de ajustar por factores que podrían influir en las relaciones, incluida la edad, el sexo, la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto, el síndrome metabólico, la enfermedad renal crónica, el tabaquismo, el alcohol, la actividad física y los ingresos.
Quiene padecían algún trastorno mental tenían un 58% más de probabilidades de sufrir un infarto de miocardio y un 42% más de riesgo de ictus que los que no.
La incidencia de ictus era elevada para todos los problemas de salud mental, excepto para el TEPT y los trastornos alimentarios, con cocientes de riesgo que oscilaban entre 1,25 y 3,06.
Los autores también analizaron las asociaciones en función de la edad y el sexo. La depresión, la ansiedad, la esquizofrenia y el trastorno de la personalidad se asociaron a un mayor riesgo de infarto de miocardio en los participantes de 20 a 30 años. Además, la depresión y el insomnio se relacionaron con mayores riesgos de infarto de miocardio e ictus en las mujeres que en los hombres.
