Intervenciones psicosociales: el estándar para tratar la adicción
Específicamente el manejo de contingencia junto con el enfoque de refuerzo comunitario son medidas eficaces para incrementar el número de individuos abstinentes.
Las guías clínicas recomiendan intervenciones psicosociales para la adicción a la cocaína y/o anfetamina como terapia de primera línea, pero todavía no está claro cuál, si es que hay alguna, debe ofrecerse primero. Por lo tanto, en este estudio se intentó estimar la efectividad comparativa de todas las medidas psicosociales disponibles (solas o combinadas) para el tratamiento a corto y largo plazo de personas con adicción.
Se realizaron búsquedas de ensayos controlados aleatorios (ECA) publicados y no publicados que comparasen cualquier intervención psicosocial estructurada con un control activo o el tratamiento usual (TU) para la adicción a la cocaína y/o anfetamina en adultos. Las medidas de resultado primarias fueron la eficacia (proporción de pacientes en abstinencia, evaluados mediante análisis de orina) y la aceptabilidad (proporción de individuos que abandonaron por cualquier causa) al final del tratamiento. También se midieron los efectos agudos (a las 12 semanas) y a largo plazo (mayor duración del seguimiento del estudio) de las intervenciones y la mayor duración de la abstinencia. Se estimaron los odds-ratios (OR) y las diferencias de medias estandarizadas mediante el metanálisis por pares y por red con efectos aleatorios. Finalmente, se incluyeron 50 ECA que evaluaron 12 enfoques psicosociales o TU en 6.942 participantes.
En general, la calidad de las pruebas varió desde alta a muy baja. En comparación con el TU, el manejo de contingencia (MC) más el enfoque de refuerzo comunitario (RC) fue la única intervención que aumentó el número de abstinentes al final del estudio (OR 2,84; IC del 95%: 1,24 a 6,51; p = 0,013), a las 12 semanas (OR 7,60; IC del 95%: 2,03 a 28,37; p = 0,002) y durante el seguimiento más largo (OR 3,08; IC del 95%: 1,33 a 7,17; p = 0,008). Al final del tratamiento, el MC más el enfoque de RC tuvieron el mayor número de resultados estadísticamente significativos en las comparaciones directas, siendo más eficaz que la terapia cognitivo-conductual (OR 2,44; IC del 95%: 1,02 a 5,88; p = 0,045), las recompensas no contingentes (OR 3,31; IC del 95%: 1,32 a 8,28; p = 0,010) y el programa de 12 pasos más las recompensas no contingentes (OR 4,07; IC del 95%: 1,13 a 14,69; p = 0,031).
El MC más el RC se asociaron con menos abandonos que el TU, tanto a las 12 semanas como al final del tratamiento (OR 3,92; p < 0,001 y 3,63; p < 0,001, respectivamente). En el seguimiento más largo, el RC fue más efectivo que las recompensas no contingentes, la terapia psicodinámica de apoyo expresivo, el TU y el programa de 12 pasos (OR que oscilaron entre 2,71; p = 0,026 y 4,58; p = 0,001), pero la combinación de RC con MC también fue superior a la TCC sola, MC sola, MC más la TCC y el programa de 12 pasos. Las principales limitaciones de este estudio fueron la calidad de las publicaciones incluidas y la falta de cegamiento, lo que puede haber aumentado el riesgo de sesgo de desempeño. Sin embargo, los análisis se basaron en resultados objetivos, que tienen menos probabilidades de estar sesgados.
En suma, este metaanálisis en red, es hasta donde se sabe, la síntesis más completa de datos sobre intervenciones psicosociales en individuos con adicción a la cocaína y/o anfetaminas. Los hallazgos proporcionan la mejor base de evidencia actualmente disponible para guiar la toma de decisiones sobre las medidas en estos casos de adicción y deberían ayudar a pacientes, médicos y a los responsables de la formulación de políticas públicas en salud.
