Efecto hipotensor de la semaglutida en pacientes obesos
El fármaco reduce la presión arterial en este grupo, con dosis altas que potencian su acción en casos severos, beneficiando especialmente a aquellos sin diabetes.
La hipertensión es una enfermedad crónica no transmisible de alta prevalencia a nivel mundial, asociada a daño en múltiples órganos y factores de riesgo como la obesidad. El control de la glucosa y la presión arterial (PA) en individuos obesos es crucial. Semaglutida, un agonista del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1), ha demostrado ser eficaz para reducir la glucosa y el peso corporal.
Yihan Li y colaboradores, del Hospital General de Hebei, China, realizaron un metaanálisis para evaluar sistemáticamente el efecto de este fármaco sobre la PA en poblaciones obesas.
Se buscaron ensayos controlados aleatorizados que evaluaran el efecto de semaglutida en la regulación de la PA en bases de datos como PubMed, Embase, Cochrane Library y Web of Science hasta octubre de 2024. Se incluyeron 22 estudios con un total de 15.347 participantes obesos, diabéticos y no diabéticos, de diversas edades. La duración de las intervenciones varió de 30 a 104 semanas. Las dosis utilizadas oscilaron entre 0,5, 1 y 2,4 mg.
Se observó que, en comparación con los grupos de control, la semaglutida redujo significativamente la presión arterial sistólica (PAS) (diferencia de medias: -2,90; IC 95%: -3,7 a -2,11; p<0,01) y la presión arterial diastólica (PAD) (diferencia de medias: -0,86; IC 95%: -1,34 a -0,38; p<0,01). El análisis de subgrupos demostró que el fármaco tuvo un efecto reductor más marcado en la PAS en individuos no diabéticos (diferencia de medias: -5,02; IC 95%: -6,10 a -3,94) en comparación con los diabéticos (diferencia de medias: -1,87; IC 95%: -2,67 a -1,06), sugiriendo un efecto diferencial según el estado glucémico.
Además, dosis elevadas (2,4 mg) también se asociaron con reducciones significativas en la PAS (diferencia de medias: -4,31; IC 95%: -5,18 a -3,44) y la PAD (diferencia de medias: -1,84; IC 95%: -2,70 a -0,98), especialmente en subgrupos como aquellos con obesidad severa (IMC ≥ 35 kg/m²), lo que indica que dosis mayores podrían ser más efectivas en perfiles específicos de pacientes.
Estos hallazgos sugieren que, en poblaciones obesas, la semaglutida puede disminuir la PAS y la PAD, y que incrementar la dosis puede potenciar su efecto hipotensor, especialmente en casos severos. Este fármaco podría ser una herramienta valiosa en el manejo de la hipertensión en pacientes obesos, particularmente en aquellos sin diabetes.
Fuente bibliográfica
Meta analysis of the Efect of Semaglutide on Blood Pressure in Obese Populations
Li Y, et al.
https://doi.org/10.1007/s40256-025-00738-9
