Diabetes 2 acelera el envejecimiento del cerebro y deterioro cognitivo
Los patrones de neurodegeneración son más pronunciados y, ya que el diagnóstico puede ser tardío, conlleva daño estructural ex-ante.
Aproximadamente el 6,6% de la población mundial tiene diabetes mellitus tipo 2 (DMT2). Quienes la padecen tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia y enfermedad de Alzheimer y se ha informado que presentan un rendimiento cognitivo inferior en comparación con los controles sanos emparejados por edad. Varios estudios la han vinculado a atrofia cerebral.
A pesar de las pruebas, pocos pacientes se someten a una evaluación neurocognitiva integral como parte de su atención clínica. Esto puede reflejar el hecho de que el diagnóstico suele producirse en la mediana edad, lo que dificulta la disociación de los cambios cognitivos de los pacientes del envejecimiento normal.
Investigadores de la Universidad Stony Brook en Nueva York evaluaron la relación entre el envejecimiento cerebral típico y el observado en la diabetes tipo 2 y encontraron un patrón de neurodegeneración similar al del envejecimiento, pero que progresa más rápidamente.
Los resultados sugieren que cuando ocurre el diagnóstico, ya puede haber un daño estructural importante en el cerebro.
El equipo utilizó el mayor conjunto de datos disponibles sobre la estructura y función del cerebro a lo largo de la vida humana: los del Biobanco del Reino Unido de 20.000 personas de entre 50 y 80 años.
Su análisis demostró que las personas con diabetes presentaban una disminución adicional del 13,1% en la función ejecutiva más allá de los efectos relacionados con la edad, y su velocidad de procesamiento disminuía en un 6,7% más en comparación con las personas de la misma edad sin diabetes.
También se comparó la estructura y la actividad del cerebro descubriendo una disminución de la materia gris, que es aún más pronunciada en quienes tienen DMT2. Esta es de un 6,2% en el estriado ventral y también en otras regiones.
En conjunto, los resultados sugieren que los patrones de neurodegeneración son más pronunciados y más graves con el aumento de la duración de la diabetes. De hecho, su progresión se relacionó con una aceleración del 26% del envejecimiento cerebral.
