COVID-19: A mayor edad, más anticuerpos
La edad está correlacionada de manera positiva con la unión de los anticuerpos.
El coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo 2 (SARS-CoV-2) ha infectado y causado la muerte de millones de personas en todo el mundo desde 2019. El virus invade y se replica en el tracto respiratorio inferior y causa neumonía en algunos individuos infectados, que es una de las complicaciones más frecuentes de la enfermedad.
El sistema inmunitario combate la infección provocando una respuesta inmunitaria innata y una respuesta mediada por células B y T. La respuesta humoral contra el SARS-CoV-2 sigue un patrón clásico en el que las IgM y las IgA se expresan a la primera y segunda semanas durante la fase de recuperación y las IgG se expresan 2-4 semanas después, en la fase de convalecencia. Las IgG pueden estar asociadas a la memoria humoral a largo plazo, ya que son detectables varios meses después del diagnóstico. Sin embargo, los niveles de anticuerpos parecen ser menores en personas asintomáticas o paucisintomáticas, en comparación con los que padecen una enfermedad grave que requiere hospitalización.
Un equipo de investigación dirigido por Joelle Pelletier y Jean-François Masson, ambos profesores del Departamento de Química de la Universidad de Montreal, evaluaron la reactividad cruzada de los anticuerpos producidos por individuos no hospitalizados y sin variantes del SARS-CoV-2 contra la proteína de espiga nativa, así como las proteínas de espiga B.1.351, B.1.617.2 y P.1 VOC. En particular, se desarrolló un ensayo de pseudoneutralización SPR in vitro para determinar la capacidad de los sueros -que pertenecían a convalecientes- de inhibir la interacción entre las proteínas de espiga nativas o variantes y la ACE-2, incluyendo un número limitado de individuos que fueron vacunados en las últimas etapas del estudio.
Durante el estudio, un hallazgo que llamó la atención de los investigadores fue que la edad se correlacionó bien con la unión de los anticuerpos: los individuos de más de 70 años tuvieron en general respuestas de ELISA OD450 y SPR superiores a la media, los menores de 49 años mostraron respuestas inferiores a la media y los de 50-69 años mostraron respuestas intermedias. Esto se acrecentó con la variante Delta (B.1.617.2) y su variante estrechamente relacionada B.1.617.1.
En conclusión, los niveles de anticuerpos disminuyeron de la semana 4 a la 16 y se correlacionaron positivamente con la edad. La vacunación aumentó los niveles de anticuerpos y mejoró fuertemente el porcentaje de inhibición de la interacción espiga-ACE-2. En conjunto, estos resultados sugieren que quienes tuvieron SARS-CoV-2, no hospitalizados, tienen una inmunidad humoral sostenida en momentos posteriores al diagnóstico y que la vacunación mejora la respuesta humoral al virus.
