Beneficio cardiovascular del bypass gástrico sobre la dieta
Los principales lípidos aterogénicos disminuyen en mayor proporción tras la cirugía en comparación con una dieta restrictiva, a pesar de una pérdida de peso similar. Esto explicaría la reducción del riesgo cardiovascular a largo plazo.
La cirugía bariátrica es más eficaz que los tratamientos no quirúrgicos para reducir el peso corporal y mejorar los factores de riesgo cardiovascular, como la diabetes tipo 2, la hipertensión y la dislipidemia, en pacientes con obesidad severa. El bypass gástrico en Y de Roux (RYGB) es la técnica más utilizada a nivel mundial y se asocia con una disminución del riesgo cardiovascular, la morbilidad y la mortalidad. Sin embargo, no está claro si estos efectos se deben específicamente al procedimiento quirúrgico o a la pérdida de peso resultante.
El estudio COCKTAIL, de tipo controlado no aleatorio, realizado en un centro de atención terciaria para la obesidad en Noruega por investigadores de Suecia y Noruega, comparó los cambios en los factores de riesgo cardiovascular durante seis semanas en pacientes con obesidad sometidos a restricción calórica y pérdida de peso mediante bypass gástrico o una dieta muy baja en energía (VLED).
Participaron 78 personas (edad promedio: 47,5 años; 65% mujeres) con obesidad severa que se preparaban para la intervención quirúrgica (RYGB) (n= 41) o dietética (VLED) (n= 37) durante seis semanas. Los participantes siguieron una dieta baja en energía (LED) por tres semanas antes de someterse a una de las dos intervenciones. Se compararon los cambios en los factores de riesgo cardiovascular a lo largo de estas seis semanas.
Las características demográficas y clínicas iniciales fueron similares entre los grupos, excepto por un IMC medio ligeramente superior en el grupo RYGB (44,5 frente a 41,9). Los principales lípidos sanguíneos aterogénicos, como el colesterol LDL, el colesterol no-HDL, la apolipoproteína B y la lipoproteína (a), se redujeron en mayor medida después de RYGB en comparación con VLED, a pesar de una pérdida de masa grasa similar. Las diferencias medias de los lípidos (IC 95%) entre los grupos fueron de -17,7 mg/dL, -17,4 mg/dL, -9,94 mg/dL y 0,55 U/L, respectivamente. Los cambios en el control glucémico y la presión arterial fueron similares en ambas intervenciones.
Los resultados demuestran que los pacientes con obesidad severa sometidos a un bypass gástrico logran reducciones clínicamente significativas en los principales lípidos aterogénicos en sangre, independientemente de la pérdida de peso. Esto sugiere que esta intervención puede disminuir el riesgo cardiovascular de manera efectiva a largo plazo.
