Asma reduce la incidencia de tumores cerebrales
La clave de esta interacción está mediada por células inmunitarias.
Estudios clínicos han revelado una menor incidencia de tumores cerebrales en niños con trastornos mediados por células T, incluido el asma. Del mismo modo, se ha informado de una asociación inversa entre enfermedades inflamatorias y los gliomas ópticos, el tumor cerebral más común en esta población de riesgo.
Para estudiar esta asociación inversa entre el asma y la incidencia de tumores cerebrales, investigadores del Centro de NF de la Universidad de Washington, estudiaron el comportamiento de las células T. Cuando una persona -o un ratón- desarrolla asma, sus células T se activan. Los investigadores descubrieron que el asma hace que estas se comporten de un modo que induce la inflamación de los pulmones, pero impide el crecimiento de tumores cerebrales.
El equipo de investigación expuso grupos de ratones a irritantes que inducen el asma a la edad de 4 a 6 semanas y trató a un grupo de control con agua salada para comparar. A continuación, comprobó la existencia de gliomas en la vía óptica a los 3 y 6 meses de edad. Los ratones con asma no formaron estos tumores cerebrales.
Otros experimentos revelaron que la inducción del asma en los ratones propensos a los tumores cambia el comportamiento de sus células T. Después de desarrollar asma empezaron a segregar una proteína llamada decorina.
En las vías respiratorias, la decorina es un problema. Actúa sobre los tejidos que las recubren y exacerba los síntomas del asma. Pero en el cerebro, la decorina es beneficiosa. Allí, la proteína actúa sobre las células inmunitarias conocidas como microglía y bloquea su activación al interferir en la vía de activación del NFkappaB.
Estos resultados sugieren que el bloqueo de la activación microglial puede ser un enfoque terapéutico potencialmente útil para los tumores cerebrales.
