Neonatología
Lactantes aprenden ritmos musicales más fácilmente que los adultos
La capacidad de reconocer y de responder apropiadamente a determinada información es esencial para la comunicación y supervivencia. Las experiencias durante el primer año de vida pueden facilitar la adquisición de habilidades perceptivas en un rango significativo de dominio social. El manejo del lenguaje es un ejemplo prominente, inicialmente, los lactantes discriminan sonidos de idiomas que nunca han oído, pero al pasar el primer año sólo distinguen discursos que son relevantes solamente en su lenguaje nativo. Un desarrollo similar se evidencia en el reconocimiento de las caras. Por ejemplo, niños de 6 meses son capaces de distinguir individualmente caras de humanos y no humanos, pero a los 9 meses son como los adultos, relacionando solamente a las personas. Las doctoras Erin Hannon y Sandra Trehub de la Universidad de Cornell en Estados Unidos, investigaron sobre la posible existencia de un mecanismo similar en el caso de la percepción de ritmos musicales y que una vez adquiridos, son más difíciles de cambiar en la edad adulta que en la infancia.
El estudio incluyó a 52 lactantes entre 11 y 12 meses de edad (promedio de 349.5 días), 26 muchachas y 26 niños. Todos los participantes eran sanos, sin ningún antecedente familiar de deterioro auditivo. La mayoría de los infantes vivían en un ambiente monolingüe, de habla inglesa, pero algunos tenían padres o abuelos con otro idioma nativo. Los padres divulgaron que ni ellos ni sus hijos habían estado expuestos anteriormente a música folklórica balcánica. Fueron evaluados los tiempos que los infantes dedicaban a la música extranjera para así diferenciar la atención a los diferentes estímulos. Paralelamente, también fueron estudiados niños mayores de 12 meses y adultos entre 18 y 30 años como grupos de comparación.
Las autoras demostraron que los niños de 12 o más meses tienen una conducta y un patrón específico parecido a los adultos cuando responden a los ritmos musicales, en contraste a las respuestas que se evidencian a los 6 meses de edad. Sin embargo, una breve exposición a la música foránea permite a los infantes de un año, pero no a los adultos, percibir distinciones rítmicas de contextos musicales extranjeros. Estos resultados podrían indicar un período sensiblemente más temprano en la vida para categorizar o responder a un estímulo en particular o a estructuras sociales y biológicamente más importantes. Esta interpretación es consistente con la noción que los comportamientos infantiles y del niño se originan de las representaciones que emergen gradualmente y crecen con fuerza durante el desarrollo como resultado de la mayor experiencia y complejidad del sistema nervioso.
Fuente bibliográfica
Proc Natl Acad Sci 2005; 102(35): 12639-12643