Pediatría
La realidad virtual permite tratar el dolor agudo de las quemaduras
El manejo de las lesiones por quemaduras suele se dolorosa y penosa, causando ansiedad en los niños y sus padres. Lo último, a menudo contribuye a prolongar el tiempo requerido de tratamiento de las quemaduras, en particular cuando se limpian las heridas y se cambian las vendas. El método tradicional de analgesia farmacológica frecuentemente es insuficiente para proceder correctamente con el manejo del dolor en el niño quemado, pudiendo tener efectos secundarios deletéreos. Por otra parte, la intervención con juegos de realidad virtual (RV) se basa en la distracción o interrupción de los pensamientos, incluyendo al dolor, que son procesados por el cerebro. La investigación en adultos apoya la hipótesis que la realidad virtual tiene una influencia positiva en la modulación del dolor por quemaduras.
Este estudio (colaboración entre la Universidad de Australia del Sur y Hospital Materno-infantil, Adelaida, Australia), investigó si los juegos por RV disminuyen los dolores en niños con edades de 5 a 18 años que presentaban lesiones agudas por quemadura. Todos recibieron medicamentos contra el dolor, la mayoría utilizó un juego de RV mientras se les retiraba el vendaje.
Según los resultados, al clasificar el dolor (escala de caras) para la analgesia farmacológica sola, ésta fue de 4.1 (DS 2.9), mientras que la realidad virtual más analgesia, la medida era de 1.3 (DS 1.8). Todos los padres convinieron de los efectos positivos de la RV en la cura del dolor para su niño. Además el nivel de ansiedad en los infantes fue notoriamente menor al usar esta tecnología, seguramente porque miraban hacia delante para jugar.
En conclusión, el estudio proporciona una fuerte evidencia que apoya a los juegos basados en la realidad virtual para proveer de analgesia con mínimos efectos secundarios y poco impacto en el ambiente físico del hospital, así como su reutilidad y flexibilidad, sugiriendo otra opción en el tratamiento del dolor agudo de los niños.
Fuente bibliográfica
BMC Pediatr. 2005 Mar 3; 5(1):1-10