Alcoholismo
Beber alcohol podría ocasionar debilitación intelectual pero no demencia
Consumir alcohol se ha propuesto como un posible factor de peligro para debilitación cognoscitiva y demencia, aunque entender tal asociación ha resultado difícil de probar. Algunos estudios no han encontrado alguna relación entre debilitación intelectual o enfermedad de Alzheimer, mientras que otros sí han determinado el vínculo entre beber y un creciente riesgo de demencia. Otros han demostrado relaciones en forma de “J” o de "U" entre el alcohol bebido y debilitación cognitiva o demencia; es decir, la acción moderada para beber alcohol puede tener un efecto protector comparado con la abstención total y el beber excesivamente. Por otra parte, El alelo de la apolipoproteína e4, es el único factor de riesgo genético para la demencia con un peligro establecido para la población, pudiendo modificar los efectos del alcohol respecto al riesgo de desarrollar inhabilidad intelectual o demencia. Otros estudios han definido cognición en términos de funcionamiento en una variedad de pruebas neuropsicológicas y no han sido validados por ningún concepto clínico o de diagnóstico, tales como los criterios que definen la debilitación cognoscitiva leve. La debilitación leve se considera una entidad clínicamente identificable que conlleva un alto riesgo para progresión a la demencia.
Para clarificar el papel del alcohol en el desarrollo de la demencia, se necesitan estudios prospectivos con datos sobre el inicio del hábito y el seguimiento. Dado que los factores de riesgo durante la mitad de la vida contribuyen a desencadenar procesos demenciales, Tiia Anttila y colaboradores (División de Geriatría, Instituto Karolinska, Estocolmo, Suecia) investigaron si el alcohol bebido a mediana edad podría influenciar un subsiguiente riesgo de demencia y debilitación intelectual en el adulto mayor. También analizaron si el alelo de la apolipoproteína e4 modificaba esta asociación. Participaron 1464 hombres y mujeres de 65 a 79 años seleccionados aleatoriamente de una muestra poblacional estudiada en 1972 o en 1977, 1018 (el 70%) fue reexaminado en 1998.
Todas las personas que no bebieron nada de alcohol en la mitad de la vida y los que sí bebieron a esa edad tenían el doble de probabilidades de padecer debilitación cognoscitiva suave en el futuro en comparación con los participantes que bebieron infrecuentemente. El riesgo de demencia relacionado con el hábito fue modificado por la presencia del alelo de la apolipoproteína e4. Los portadores de la e4 tenían un creciente peligro de demencia con el aumento del consumo de alcohol: al enfrentar los no-portadores que jamás bebieron, el cociente de probabilidades para los portadores que nunca bebieron fue de 0.6, para bebedores infrecuentes fue de 2.3, y para consumidores frecuentes de 3.6. Los no-portadores de la apolipoproteína e4 tuvieron relaciones similares de probabilidades para la demencia independiente del consumo de alcohol.
Se concluye finalmente, que el alcohol bebido a mediana edad demostró una relación en forma de "U" con riesgo de debilitación cognoscitiva leve a edades mayores. El peligro de demencia aumentó con el aumento del consumo solamente en individuos que llevaban el alelo de la apolipoproteína e4.
Fuente bibliográfica
BMJ 2004 Sep 4; 329(7465):539-45