Table of Contents Table of Contents
Previous Page  46 / 64 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 46 / 64 Next Page
Page Background

44

muestra impiden el crecimiento en cultivos de los

Actinomyces

. Métodos serológicos se han inten-

tado pero aún no son de utilidad. Las técnicas de

amplificación génica PCR utilizados en trabajos

de investigación aún no están lo suficientemente

estandarizados para su uso en clínica.

Una vez diagnosticada la actinomicosis se

debe iniciar tratamiento con penicilina G sódica,

antibiótico de primera línea, en dosis elevadas

2,20

.

En nuestro caso el tratamiento se inició con 5

millones de unidades cada 6 h. La evolución

fue lentamente favorable, pero con persistencia

de alzas febriles de tipo héctico ocasionales,

hemoptisis escasa y cada vez menos frecuente.

Leucocitosis y proteína C reactiva descendieron

en forma significativa a los 10 días de tratamien-

to. La resolución del compromiso pulmonar es

lenta, por lo tanto, el tratamiento endovenoso de-

biera prolongarse por 6 semanas y posteriormente

seguir con antibióticos orales por largo plazo,

variable según su respuesta clínica, radiológica

y de laboratorio para objetivar la actividad de la

infección. Amoxicilina, tetraciclina o eritromi-

cina, en caso de alergia a penicilina son buenas

alternativas terapéuticas. Otros antibióticos que

pueden ser utilizados son doxiciclina, clinda-

micina, azitromicina, ceftriaxona y cefotaxima.

Metronidazol, fluoroquinolonas, cotrimoxazol y

aminoglicósidos no son efectivos para el control

de la infección por actinomices

20

. Simultánea-

Tabla 1. Factores clínicos y epidemiológicos asociados con etiologías específicas de enfermedad

pulmonar cavitaria

Factor clínico o epidemiológico

Agente potencial causal de la enfermedad pulmonar cavitaria

Enfermedad de aparición aguda

Enfermedad pulmonar embólica (séptica o aséptica)

Neumonía bacteriana necrotizante

Abuso de alcohol

Actinomyces

sp.

Klebsiella pneumoniae

Mycobacterium tuberculosis

Micobacterias no tuberculosa

Diabetes

Blastomicosis

Coccidiomicosis

Mycobacterium tuberculosis

Zigomicosis

Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)

Sarcoma de Kaposi

Linfoma primario pulmonar

Coccidiomicosis

Crytococcus

spp.

Penicillium marneffei

Pneumocystis jirovecii

Rodococcus equi

Salmonella

spp.

Mycobacterium kansasii

Mycobacterium tuberculosis

Huésped inmunocomprometido (VIH negativo) Embolia pulmonar aséptica

Aspergillus

spp.

Coccidiomicosis

Cryptococcus neoformans

Mycobacterium tuberculosis

Nocardia

spp.

Pseudomonas aeruginosa

Pneumocystis jiroveci

Staphylococcus aureus

Zigomicosis

Infección nosocomial

Staphylococcus aureus

Klebsiella pneumoniae

Tabaquismo

Cáncer Pulmonar primario

Histiocitosis de células de Langerhans

Klebsiella pneumoniae

Mycobacterium tuberculosis

Micobacteria no tuberculosa

R. Faba B. et al.

Rev Chil Enf Respir 2014; 30: 40-45