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estos resultados contradictorios no está clara, se

ha especulado que podría deberse a la persisten-

cia de RGE a pesar de la terapia supresora, o qui-

zás al daño inducido por reflujo alcalino. Kreuters

y cols han intentado abordar más a fondo el papel

de la terapia supresora de ácido en pacientes con

FPI mediante el análisis de los datos agrupados

de los grupos placebo de tres estudios clínicos

con Pirfenidona (CAPACITY 004, CAPACITY

006 y ASCEND)

24

. Estos estudios incluyeron

624 pacientes con y sin terapia supresora de ácido

en el momento de enrolamiento, los análisis no

mostraron ningún beneficio de la terapia supre-

sora de ácido en múltiples desenlaces evaluados,

incluyendo un desenlace compuesto, que incluía

la progresión de la enfermedad, el cambio de la

CVF y la mortalidad

24

.

El problema es aún más complejo debido a

la posible interacción entre la terapia antiácida

y los medicamentos antifibróticos (Pirfenidona

o Nintedanib). Por ejemplo, algunos IBP como

el Omeprazol son inductores moderados de la

enzima CYP1A2 y su uso concomitante con Pir-

fenidona puede reducir, al menos teóricamente,

los niveles plasmáticos del fármaco antifibróti-

co

25

. Por otro lado, la terapia supresora de ácido

no es suficiente para controlar el RGE ácido en

muchos pacientes, no controla el reflujo alcalino

y no previene la microaspiración

26

. Solamente la

cirugía antirreflujo, que incluye la reparación de

la hernia hiatal y la fundoplicatura, por lo gene-

ral mediante laparoscopia, tiene el potencial de

controlar completamente el RGE y disminuir el

riesgo de broncoaspiración

27

.

Ghebre y Raghu en una reciente revisión

sugieren que la terapia antiácida (por ejemplo,

uso de IBP) puede jugar un papel beneficioso en

la evolución de los pacientes con FPI a pesar de

su incapacidad para controlar el reflujo gástrico

per se

o la microaspiración

28

. Los mecanismos

alternativos y biológicamente plausibles que

pueden subyacer al efecto beneficioso de los IBP

en esta entidad pueden incluir la reducción de

las moléculas fibroinflamatorias, la regulación

positiva de los mecanismos citoprotectores, la

inhibición de la proliferación de fibroblastos y la

supresión de la acidez gástrica

29-31

. Sin embargo,

es importante reconocer que existen varios efec-

tos secundarios no fatales asociados con el uso

intermitente y/o prolongado de fármacos IBP,

que incluyen la erupción cutánea, fatiga, diarrea,

dolor de cabeza, reaparición de los síntomas y

regurgitación ácida después de la interrupción

del tratamiento, aumento de los eventos de reflujo

no ácido, riesgo de osteoporosis, mayor riesgo de

neumonía adquirida en la comunidad, deterioro

cognitivo y eventos cardiovasculares adversos

mayores. Otro posible efecto adverso de los fár-

macos IBP es la alteración de la homeostasis del

microbioma gástrico y esofágico con estudios que

han encontrado una asociación entre una mayor

abundancia de secuencias bacterianas específicas

o cargas bacterianas y la progresión de la enfer-

medad fibrótica, incluida la acelerada caída de la

capacidad vital forzada.

Con la evidencia clínica disponible, no po-

demos recomendar un algoritmo de detección,

diagnóstico y/o tratamiento específico para la

microaspiración en pacientes con fibrosis pulmo-

nar idiopática

2,4,7-13

. Mucho se ha escrito sobre

la necesidad de pesquisar y tratar el reflujo gas-

troesofágico en esta población. Sin embargo, aún

existe controversia en la literatura médica acerca

del estudio diagnóstico y tratamiento sistemático

de esta condición

18,21-24

. Esto se debe principal-

mente a que no existen datos concluyentes que

demuestren beneficio clínico con el tratamiento

del reflujo gastroesofágico en los pacientes con

fibrosis pulmonar idiopática y existen riesgos

asociados al tratamiento médico y quirúrgico.

Los estudios han comunicado mayor riesgo de

neumonía y fractura de cadera en asociación con

el uso de inhibidores de la bomba de protones.

Además, los IBP solo cambian la acidez del re-

flujo; no previenen el reflujo o la microaspiración

del contenido gástrico.

Esperemos que los estudios clínicos en curso

Pilot Trial Of Omeprazole in Idiopathic Pulmo-

nary Fibrosis

(IPF)” (PPIPF; NCT02085018)

32

y

Treatment of IPF With Laparoscopic Anti-Reflux

Surgery

” (WRAP-IPF; NCT01982968)

33

nos

proporcionen más luces sobre su importancia en

la etiopatogenia, el manejo y la evolución de los

pacientes con esta condición clínica.

Conclusiones

Después de analizar la evidencia clínica en-

contrada hasta la actualidad, no está claro si la

elevada prevalencia de reflujo gastroesofágico

en pacientes con FPI está relacionada patológi-

camente con el desarrollo, la progresión o la exa-

cerbación de la enfermedad a lo largo del tiempo.

Tampoco está claro si el tratamiento antiácido es

una terapia efectiva para manejar esta condición,

independientemente de la presencia de RGE sub-

yacente. En presencia de RGE anormal, los estu-

dios en curso examinarán el abordaje terapéutico

óptimo y si las terapias antiácidas son adecuadas

o si los tratamientos definitivos, como la fundo-

plicatura de Nissen están justificados y, de ser así,

Aspiración y fibrosis pulmonar idiopática

Rev Chil Enferm Respir 2017; 33: 111-117